Si la fiscalización del comicio, fue eje central de las preocupaciones de los partidos políticos, a esa condición normal se agregó la contingencia meteorológica. En efecto, no son pocos los que han comenzado a tejer conjeturas, en cuanto a la asistencia de los fiscales, en especial de aquellos candidatos que no cuentan con recursos suficientes o que dependen de la militancia, que hace un acto de voluntariado en cada elección. El piso del 1,5 %, como objetivo de mínima podría verse afectado, aunque claro que también bajará proporcionalmente el número total de votantes.
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Este no es un dato menor ya que la cantidad requerida de fiscales y su presencia puede definir una elección, un lugar en cada una de las listas, según el segmento que ocupen de la respectiva boleta. En estos casos los partidos denominados chicos y con considerable intención de voto podrían verse perjudicados. Como contrapartida aquellos con mayores recursos de movilidad, viáticos, viandas etc. obtendrían beneficios directos a la hora del control de sus votos. A todo esto hay que sumarle las picardías políticas tan clásicas en estas trascendentes elecciones 2015.
