Visto, oído y comentado en el H.C. Delirante  

(Especial inundaciones) Hemos atravesado un duro acontecimiento y como tal hay que tratarlo. Lo que dejó la lluvia. Podía haber sido peor, con las disculpas a los damnificados. La timba de OSSE con la política, ya se sabe lo que sale de un garito. La lluvia hizo sólo su parte, los funcionarios el resto, pero pésimamente mal. Obras Sanitarias recibió su propia herencia, es la continuidad kirchnerista, no hubo traspaso. Alto precio de un terco manejo. Las excusas son desopilantes, sino se tratara de un grave episodio. El riesgo está lejos de desaparecer, es una mala noticia, que se puede repetir. El insípido, incoloro e inodoro comunicado de OSSE sobre los arroyos. Todo para que usted no se pierda nada de la política local.

Menos mal que paró de caer agua. El manejo oficial que dejó el meteoro de lluvia, debidamente anticipado por Defensa Civil y el Servicio Meteorológico Nacional, dejó en evidencia un profundo déficit de gestión en las áreas que debieron intervenir, para atenuar o aliviar los efectos del fenómeno climático. Ribetes de catástrofe provocó dejar de hacerlo, y es peor, existen condiciones que hacen proclives que estos cuadros se repitan, en un mes o en un año. Quedó demostrado que Mar del Plata no está preparada, ni operativa ni asistencialmente, para resistir una caída de agua como la ocurrida entre sábado y domingo pasado.

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Más preguntas que respuestas concretas. No existe en la administración municipal y en OSSE un organismo específico sobre los temas hidráulicos. Las obras no son de rédito político inmediato. No rinden en el día a día, tampoco dan votos a largo plazo. Mantener limpios los cauces de los arroyos, un buen servicio de recolección de residuos, obras clave detenidas por cuestiones burocráticas, ¿qué pasó con el nivel de Laguna de los Padres? ¿Fue un atentado?, ¿hay canales clandestinos? ¿Está Acción Social equipada y en condiciones de asistir a los damnificados? ¿Fue oportuna la ausencia de Vilma Baragiola? ¿Y los desagües, tienen un mantenimiento regular?

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Sólo suman más angustia. El discurso tribunero (no de barricada) de Nicolás Maiorano, con el único objetivo que al oficialismo no se les llene de agua el recinto del HCD, la excusa escolar de Patricia Leniz: “Todo es perfectible”, Leitao descubre que bajo la cortina de agua alguien movió una palanca en Laguna de los Padres, Dell Olio que revoleaba la media contra el ENOSUR, Hidráulica de la Provincia, El Club Aldosivi, el Club Náutico, el astillero Contessi, contra los vecinos que conectan directo los cloacales a los pluviales, la ausencia de Vilma Baragiola que además de ligar en contra, cuando intentaron taparla fue peor la llovizna que el chaparrón, dejaron las huellas de horas muy críticas en el gobierno municipal, que sólo se escurrieron cuando el agua dejó de caer.

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El agua se fue, pero quedó todo sucio. Esa es la sensación, o mejor dicho la percepción, en French al 6.700 y en Yrigoyen al 1.600, el agua seguirá estancada, no drenó, y nadie se hace cargo. El efecto Vidal ayudó y esa presencia dejó aires de dominio, fue el bote salvavidas al que se subieron todos. Pero se necesitan donaciones de artículos de limpieza, escobas, detergente, acaroína etc. para terminar de sacar la mugre. “Hay algo que no me cierra” dijo el concejal del Frente para la Victoria, Daniel Rodríguez “Y me parece que son los dirigentes”, a propósito, durante los gobiernos de Gustavo Pulti, el ex sindicalista que entregó los casinos, fue quien presidió la estratégica Comisión de Recursos Hídricos. Después de 40 años de vivir de la política tuvo una ligera autocrítica, debe tener una jugosa jubilación. Él fue el copiloto en OSSE y el dueño de la acción de oro de los concejales, como para seguir atando cabos de un desastre que no fue natural, o digamos que sí, tratándose de peronistas. Ahora su cometido quedó en manos de la arquitecta Patricia Leniz, que está subordinada al verticalismo y desde ahora será la relatora de la historia oficial.

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Dios estuvo presente. Si la cuaresma se hubiera cumplido una semana antes o si el meteoro se hubiera atrasado cinco días, muy posiblemente las palabras del intendente municipal para enfrentar el momento no hubieran sido las mismas. Los huevos y las roscas de pascua, serían parte del paisaje,  flotarían como las bolsas de residuos que la 9 de Julio no juntó. Aunque víctimas hubo, no fueron fatales, y responsables también hay. No es difícil imaginar a decenas de miles de turistas en el epicentro del desastre, en el puerto, las calles céntricas y los paseos costeros. En realidad es mejor no imaginarlo. Ya con una precipitación intensa de 20 a 300 milímetros en una hora es imposible cruzar una calle, el agua llega por lo menos de cordón a cordón, cuando no al nivel de línea municipal. Esas son advertencias, que no pueden pasar desapercibidas, están a la vista de todo el mundo, cómo no lo van a estar a quienes cobran para evitar (o paliar) lo que sucedió. Cuando se aprueban alegremente (sin o con doble sentido) excepciones escandalosas de construcción, se trata precisamente de esto cuando se habla de impacto ambiental.

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La hora de los excesos. ¿Quién va a pagar las obras de los servicios públicos como agua potable y cloacas en el obelisco de Stella Maris? El Estado, siempre paga el Estado, todos los desvaríos. “Estaba todo en orden, menos la altura”, y si, la altura es la crema del negocio esa era el único desorden ¿Estaba todo en orden? Los 22 pisos a U$S 4.000 el m2 en Gascón y Alem. Zona muy rocosa, casi no hay humus ni tierra colorada por ahí van agua corriente y cloacas. Quién paga “Juan Pueblo” que toma el lugar del Estado, esta es la colosal estafa que aparece luego con un número de ordenanza en la boleta de OSSE, que nadie sabe qué carajo es, como el GIRSU. Es la enorme transferencia que se le está haciendo desde el sector público al sector privado. Será financiado por el contribuyente de El Martillo, Barrio Libertad, Florentino Ameghino, Las Avenidas, Los Pinares, es decir los giles de siempre.