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Una nueva toma en Mar del Plata abre interrogantes sobre el rol de Provincia

Una nueva toma de terrenos se produjo en las últimas horas en Mar del Plata, una situación que ya es bastante habitual en el distrito. Aunque ya se desactivó, no deja de ser un hecho más que preocupante. Y en este caso, bastante llamativo en algunas de sus aristas.

Promediando la tarde del pasado jueves 6, un grupo de cerca de 50 familias tomó un predio ubicado en el barrio Belisario Roldán de la ciudad balnearia, comprendido por las calles Roca, 190, Juan B. Justo y 196, frente a la escuela primaria 54 y al jardín de infantes 949.

Nosotros no tomamos terrenos, queremos pagarlos en plazos. Además, está todo abandonado, es un basural sin iluminación”, describió Alicia Pavón, que encabezó el grupo de vecinos movilizados.

La zona en cuestión ya había sido noticia hace 7 años, cuando el entonces Presidente Mauricio Macri y la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal encabezaron un acto y fueron atacados a pedradas por organizaciones y militantes kirchneristas y de izquierda, en un recordado episodio que generó una fuerte disputa entre referentes de la justicia y funcionarios adscriptos a la agrupación judicial k Justicia Legítima.

Belisario Roldán es uno de los barrios más postergados de Mar del Plata. Compuesto por 72 manzanas, presenta importantes índices de hacinamiento y altos niveles de inseguridad. Allí viven, de acuerdo a estimaciones preliminares del Censo 2022, unas 6.500 personas.

El predio tomado pertenece a la firma Plantel, una empresa constructora que ha desarrollado todo tipo de obras en todo el país, y tiene su sede en Mar del Plata.

No es la primera vez que se toman dichos terrenos.

En agosto del año pasado un grupo identificado con el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) del precandidato presidencial k Juan Grabois, también lo ocupó advirtiendo que allí levantarían un galpón con fines logísticos para sus labores de economía popular. Afirmaron pertenecer a la rama “frutihortícola” de dicho movimiento social.

Pero a los pocos días, el MTE emitió un comunicado donde, si bien admitía que la toma había sido realizada por militantes propios, la misma no tenía el respaldo de la organización y la desautorizó.

Aquella toma recuerda una de las más célebres usurpaciones en el distrito. El sábado 25 de marzo de este año, un grupo de entre 40 Y 60 personas, algunos con remeras con la leyenda “Tierra Techo Trabajo” y de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), y otros militantes del MTE, tomó unos terrenos de 140 hectáreas en una zona conocida como El Marquesado.

El objetivo, según dijeron, era llevar a cabo “el estudio de suelos para realizar huertas comunitarias sin agrotóxicos, tambos, viviendas, escuela y salas de primeros auxilios”En principio, comentaron, serían 100 familias” que viven y cultivan en Batán y Sierra de los Padres, y gente del MTE de Grabois”. 

Usurpaciones que se van concatenando. Pero en la toma actual hubo algunas cuestiones llamativas.

Por empezar, a pocas horas de que trascendiera la noticia, el propio Instituto de la Vivienda de la provincia de Buenos Aires realizó una presentación judicial donde denunció la usurpación, a través de su delegado en Mar del Plata, Mariano Zurita.

El año pasado, circuló un video donde dónde Amelia Carabajal, militante del Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), asegura que Zurita le mostró mapas en dónde estaban los terrenos que ellos podían usurpar, “alentando” a las organizaciones a la ocupación de tierras.

El funcionario lo negó, pero la duda quedó instalada.

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La toma en Belisario Roldán

Están en campaña”, le aseguraron a este medio fuentes del gobierno local de Guillermo Montenegro, ante la consulta sobre la denuncia de la propia administración de Axel Kicillof.

Fue al menos raro. Bajaron en micros, lo que demuestra que estaban organizados. Y nunca pidieron una reunión con Desarrollo Social”, confiaron desde el entorno del intendente. Y remataron: “La actitud de Provincia fue como para demostrar que ellos también están contra las usurpaciones”.

Es que el 20 de noviembre de 2021, el gobierno bonaerense decidió desafectar unas tierras en la ciudad destinadas a la construcción de establecimientos educativos para entregárselos, a través de un Programa instrumentado por Nación llamado “Lote.Ar”, al MTE de Grabois, con el objetivo de levantar viviendas. Es decir, que la provincia desafectó tierras para educación con el fin de que allí los militantes sociales vinculados al kirchnerismo puedan construir sus casas.

Lo hizo a partir de un “Permiso de uso” suscripto entre la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) y la Secretaría de Integración Socio Urbana dependiente del Ministerio de Desarrollo Social nacional, conducido por Ramona Fernanda Miño, y a cargo del plan “Lotes con Servicios para la Integración Socio Urbana de Barrios Populares”.

A partir de ello, las cuadrillas del MTE se instalaron en el lugar el 26 de abril de 2022 y comenzaron las obras poco tiempo después, pese a la oposición de muchos sectores. De hecho, el 15 de enero de este año el propio Grabois viajó a la ciudad a “inaugurar” las viviendas. Si bien en las últimas semanas se presentó una acción de amparo para frenar el proyecto, y la postura del municipio es un tanto ambigua, las obras avanzan.

Tras la denuncia de Zurita por los hechos en el barrio Belisario, el director de Asuntos Legales del Instituto de la Vivienda, Rodrigo Méndez, viajó a Mar del Plata para interiorizarse sobre la situación y repudió la usurpación: “La toma no es la forma”, dijo.

Lograron lo que querían, que los diarios locales titularan que la provincia y el municipio habían logrado el desalojo”, le afirmó a este medio un alto funcionario local.

En efecto, a menos de 24 horas de la toma, los ocupantes se fueron con la promesa de una mediación el próximo 12 de julio en la Oficina de Coordinación y Mediación Penal del Ministerio Público Fiscal. Cuando llegaron, los usurpadores comenzaron a clavar postes y a delimitar lotes con una soga.

No hubo ni siquiera un pedido oficial de intervención judicial, ya que de eso se ocupó la empresa dueña de los terrenos. Como siempre en estos casos, tomó intervención la Fiscalía 12 de la ciudad, especializada en apremios, usurpaciones y extorsiones, a cargo de Juan Pablo Lodola.

Fuentes de la justicia provincial de Mar del Plata le dijeron a este medio que dicha fiscalía “es muy restrictiva en cuanto a considerar las tomas como un delito penal, ya que para eso pase se tienen dar las dos situaciones que prevé el código penal: la clandestinidad y la violencia”.

Y continúa el funcionario: “Eso genera que aprox. el 90% de las causas se desestimen, y mandan a los denunciantes a que recurran a la vía civil. El sistema penal es muy reacio a ocuparse del tema”.

Y da un dato al menos inquietante: “El problema es que también la política y la justicia montan un show de todo esto, armando operativos de desalojo que ya están previamente acordados con los usurpadores, como la del año pasado, con lo cual nunca sabemos qué les prometieron a cambio para irse”.

Los hechos a los que se hace referencia ocurrieron en octubre de 2022, cuando unas 45 familias tomaron un predio en otro de los barrios más postergados de la ciudad, Las Heras. Los terrenos estaban delimitados por las calles Fortunato de La Plaza, Rufino Inda y Reforma Universitaria.

En aquel caso, el desalojo se realizó en forma pacífica y se montó un gran operativo alrededor, con policías, ambulancias, funcionarios municipales y judiciales.

Los terrenos en disputa formaban parte del Sistema Urbano de Drenaje Sostenible (Suds) creado para la impermeabilización de Mar del Plata. Y desde la municipalidad advertían que el predio no contaba con la estabilidad de suelo necesaria para comenzar obras de construcción de viviendas y se constituye en un “extraordinario riesgo para aquellos ocupantes allí emplazados”.

Pocos meses después, en marzo de este año, y a apenas 500 mts del predio tomado aquella vez, más de 30 familias ocuparon un terreno de cuatro hectáreas, en reclamo de “un lugar para poder vivir mejor”.

Como se aprecia, se trata de situaciones reiteradas con los mismos reclamos en un contexto, qué duda cabe, de escasez de terrenos en la ciudad y donde el acceso a la vivienda es una deuda pendiente en todo el país.

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Vista aérea de un barrio popular marplatense

Más ejemplos. El 23 de junio de 2022, distintas organizaciones barriales de izquierda se movilizaron a la sede del gobierno local solicitando tierras municipales para poder llevar adelante un plan de viviendas prometido desde Provincia.

Días antes, las agrupaciones que encabezaron la protesta –Movimiento Teresa Rodríguez, CUBA-MTR, Cooperativa A Trabajar, Barrios Unidos en Lucha, Movimiento Argentina Rebelde y el Polo Obrero-habían entregado un petitorio al secretario de Obras de la Municipalidad, Jorge González.

Dicho petitorio, según explicaron las organizaciones, estaba centrado en que el Municipio aporte las tierras necesarias para que desde la delegación local del Instituto de Vivienda de la Provincia, a cargo de Zurita, bajen el financiamiento para la construcción de 45 viviendas, frente a un déficit que estiman afecta a 20.000 familias en General Pueyrredon.

Tenemos el compromiso de Provincia de que nos van a bajar el financiamiento pero nos meten en la interna de ellos, dicen que el municipio tiene que pedir el proyecto y poner la tierra, explicaron en aquella oportunidad desde las agrupaciones.

Según el último dato del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en Mar del Plata hay 71 asentamientos precarios que incluyen a 13.449 familias.

Se define como barrios populares a aquellas “zonas constituidas por villas, asentamientos y urbanizaciones informales precarizadas, con un mínimo de 8 familias residentes y donde más de la mitad de sus habitantes no tienen acceso formal a dos de los servicios básicos ni título de propiedad del suelo”.

La líder de última toma en Belisario Roldán le dijo a los medios que “organizó a vecinos del barrio, que hace mucho tiempo que están y ahora viven en sus casas con sus hijos y sus nietos y no pueden ni comprar una casa ni alquilar porque la plata no nos alcanza”.

En un distrito como General Pueyrredon, donde el kirchnerismo quiere pisar fuerte en las próximas elecciones, una situación como la que se viene viviendo hace años, y con los índices mencionados, las tomas reiteradas no parecen representar solamente reclamos aislados.

pablo@elobservadoronline.com.ar

@PortaluppiPablo

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