El anuncio que se dio a conocer este miércoles de la dimisión del secretario General de la CGT Regional, Pedro Fernández, arguyendo razones personales y de salud, dio lugar a la disputa por la sucesión entre la Unión Tranviaria Automotor (UTA) y el Sindicato de Camioneros.
El gremio de los choferes de colectivos al cual pertenecía el titular renunciante, y los dirigidos por Eva Moyano, sostuvieron por cuerdas separadas, que les corresponde la Secretaría General.
En tanto que para morigerar los ímpetus que unos y otros imprimieron a sus reclamos, el secretario Adjunto Jorge Váttimo, al frente de la conducción de la central obrera, anunció que la sucesión se dirimirá adelantando la convocatoria de las elecciones previstas para 2017.
“La fecha se confirmará en virtud de lo que dispongan nuestros asesores legales. Como en la CGT nacional, queremos marchar hacia la unidad”, declaró Váttimo.
Por su parte, Fernández en declaraciones periodísticas tomó distancia de las disputas, manifestando que “estoy alejado de esas decisiones y poco y nada sé sobre lo que se está discutiendo. Hoy priorizo mi salud”. No obstante lo cual consideró que en el cargo que detentaba debería asumirlo el secretario adjunto “hasta que se celebren las elecciones en 2017 porque así establece el estatuto”.
