El municipio que gobierna Pulti lamenta el cierre del centro cultural y recreativo. Sin ayuda política y después de 12 años de pérdidas económicas no se pudo postergar la decisión de cerrar el atractivo lugar turístico. El director del establecimiento, Pablo Sisterna, sostuvo que el dinero siempre salió de su bolsillo y que esa situación ya era insostenible.
Desde el 25 de septiembre no hay más más posibilidades de visitar el emblemático Museo del Mar. Pablo Sisterna, su director, decidió cerrar las puertas no sin antes agradecer a todos los que lo han acompañado en estos 12 años, chicos y grandes, escolares y jubilados, curiosos y asombrados.
El museo brindaba a la comunidad un lugar de divulgación de las ciencias del mar y naturales en general. Había colecciones de animales marítimos, miles de caracoles de distintas formas y tamaños y juegos de física para que los niños entiendan al mundo. El sostén financiero era la familia fundadora, que tras 12 años de pérdidas no pudo continuar haciendo frente a la situación.
Por el momento se desconoce qué sucederá con la colección de caracoles existente en el museo, pero según habían indicado desde el área de Cultura, la misma podría quedar en manos del Municipio para ser expuesta en un espacio alternativo como el Museo de Ciencias Naturales de la ciudad.
Si bien se pidió colaboración a las autoridades locales y provinciales, nunca obtuvieron apoyo. Además del desgaste personal del director, lo preocupante es que los trabajadores del museo quedarán desempleados. A pesar de todo, continúan las esperanzas de que en un futuro no tan lejano, autoridades públicas o privadas tomen cartas en el asunto y rescaten el valor cultural que se acaba de perder.