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Todo volvió todo a la normalidad: Peñarol 77 – Quilmes 61

adc_quilmes_-_pe__arol_06_8q_ycEl superclásico marplatense volvió a mostrar un colorido único y particular que solo Milrayitas y Tricolores pueden poner de manifiesto. Peñarol fue más y ganó con autoridad en el inicio de la liga doméstica que contó con la vuelta de Hernández y la presentación de figuras que darán que hablar a lo largo de la temporada.

Todo arrancó con más imprecisiones que aciertos, en un primer cuarto con muy bajos porcentajes. Dentro de ese panorama, Quilmes arrancó algo mejor ante un Peñarol que tardó varios minutos en mover su marcador y calentar motores.

Igual, el Cervecero, no demasiado más preciso que su rival en el aro contrario, no aprovechó la sequía de los de Hernández. Sobre el cierre, una buena aparición de Alejandro Diez acortó la distancia y selló el 13 a 12 parcial, favorable para los dirigidos por Ramella.

Lejos de la paridad del primer período, el segundo iba a mostrar un quiebre en el encuentro. La fórmula que cambió la historia para Peñarol fue clara: defensa muy dura y ataque en transición. Baxter y Sahdi se soltaron en el contraataque y con un muy buen pasaje de Leo Gutiérrez, el Milrayitas tomó diez de diferencia (con una ráfaga de 17-2).

Quilmes ya no sólo no encontraba buenos resultados en ataque, sino que ante cada fallo sufría una contra del contrario, mostrando falencias en el balance. Gutiérrez sumó nuevamente de tres puntos y Peñarol tomó así una máxima brecha de once (30 a 19).

Los últimos minutos del segundo cuarto iban a ser de pesadilla para Quilmes. Primero Baxley abandonó el campo golpeado en una rodilla. Luego, Diez y Massarelli ampliaron desde el perímetro y para redondear el momento, Cequeira recibió una falta técnica ¿El resultado? La diferencia subió a 19.

Recién en los últimos 30 segundos los de Ramella encontraron algo de ilusión. Vildoza convirtió un tiro de tres desde una esquina y más tarde sumó con un costa a costa, para bajar la distancia a 14 (40-26) y meterse al entretiempo con al menos algo de lo que aferrarse.

Cuando se podía pensar que Quilmes iba a salir con ese pequeño ímpetu al tercer cuarto, la respuesta de Peñarol fue categórica. Bomba de Brussino, nueva corrida de Baxley (más la falta) y máxima de 20, en un abrir y cerrar de ojos.

Sin embargo, lejos de irse del juego, el Cervecero absorbió el golpe y contestó con mucha personalidad. Durley mostró su buena mano desde afuera en un par de ocasiones, mientras que Baxley pudo encontrar algún espacio en transición. Peñarol estaba algo apurado en ataque y la diferencia bajó a diez rápidamente (50-40).

Más allá de que los de Hernández seguían en dominio de las acciones, el momento del partido ya no estaba en sus manos. Sahdi cometió una falta antideportiva sobre Vildoza y en el cierre, cinco puntos seguidos de Calvi siguieron emparejando el marcador. Al ingresar a los últimos 10 minutos, el mismo ahora tenía al Milrayitas al frente por sólo 54 a 47.

La mejoría de Quilmes se mantuvo en los primeros instantes del último parcial, donde con un triple de Maciel llegaron a ponerse a seis. Igualmente, eso sería lo más cerca que llegaría la remontada tricolor. Inmediatamente, apareció Diez con una volcada y Baxter con un triple, para sacar 11 y forzar un minuto de Ramella.

A la vuelta del mismo, no cambió demasiado, con un Peñarol que ya había retomado el control del partido. Un par de triples de Gutiérrez y Giorgetti terminaron de definir la historia, llegando a un final abierto de 77 a 61.

Peñarol arrancó mostrando sus armas y confirmando que será uno de los equipos a tener en cuenta en esta cargada temporada 2015/2016. Para Quilmes, todavía mucho por trabajar y mejorar de cara a lo que viene en la competencia.

 

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