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Sospechan que un nuevo factor aceleraría la erosión costera y afecta al turismo

 

En Quequén. Los expertos hacen nuevos estudios y presumen que incidiría el cambio climático. Un problema que preocupa a residentes y afecta al turismo

La erosión en la costa quequenense genera preocupación en las personas que viven allí, porque cada vez tienen el mar más cerca de sus viviendas, sobre todo en la zona de Bahía de los Vientos, pero además, también es un problema que afecta a la ciudad turísticamente, porque han ido desapareciendo calles costeras y los acantilados se hacen cada vez más peligrosos y débiles, siendo incluso un riesgo para la integridad física de cualquiera que circule por allí.

Ecos Diarios dialogó con Federico Isla, director del Instituto de Geología y Costas del Cuaternario de la Universidad Nacional de Mar del Plata, quien manifestó que se están actualizando los estudios en materia de erosión en la costa bonaerense, porque resulta “un tema que le interesa al Ministerio de Ambiente de la Provincia”, que le está pidiendo al Instituto de Geología y Costas que los asesoren sobre “lo que está pasando y al mismo tiempo sobre lo que va a pasar”.

Existe un trabajo hecho por Federico Isla y otros profesionales sobre los ritmos de erosión y el retroceso de la costa, analizado antes de que existan obras de defensa, en los ’80, y después de las mismas, sabiendo así dónde se mejoró y dónde se empeoró el ritmo de retroceso. Sin embargo, ahora se están actualizando esos estudios, porque se está sumando una variable más: el aumento del nivel del mar por cambio climático. “Para el año 2100, el crecimiento va a ser de 40 a 80 centímetros y, al mismo tiempo, van a ser más frecuentes y más intensas las sudestadas”, indicó el doctor en ciencias naturales y licenciado en geología, que también es investigador del Conicet.

Estaba previsto

Federico Isla recordó que habían hecho en nuestra ciudad un informe para la intendencia de Daniel Molina. “En ese momento, estaba el peligro de que la prolongación de la Escollera iba a provocar mayor erosión en Bahía de los Vientos y Costa Bonita, algo que está sucediendo y que estaba previsto. En el 2004, cuando se hizo la evaluación de impacto ambiental en la Provincia, estaba previsto poner una planta de bypass, pero después no se pusieron de acuerdo en quién lo tenía que hacer”, recordó.

El especialista en temas de erosión afirmó que esta planta “tiene que construirse”, porque “cuando se hizo la prolongación del espigón, la condición era que si había erosión tenían que hacer la planta de Sand By Passsing, que bombeara arena desde Necochea hacia las playas de Quequén, ya sea con métodos hidráulicos o con métodos mecánicos, mediante camiones”.

“Esto es algo que ya escribimos en el año 1994, cuando hicimos el estudio de estas playas”, indicó Isla, que además contó que “en este momento hay problemas muy grandes en el Partido de la Costa, que se están quedando sin playas, como en Las Toninas, Santa Teresita y Mar del Tuyú”.

El caso Mar del Plata

El investigador explicó que Mar del Plata tuvo un problema similar al de Quequén pero que incluso fue “más importante”. “Cuando se terminó el puerto, que es un poco anterior al de Quequén, provocó erosión en las playas inmediatamente al norte, por lo que se empezaron a hacer los espigones que bloquean la deriva litoral y así tuvieron que seguir haciendo obras hacia el norte hasta el día de hoy. En Necochea se pueden hacer esos espigones también, pero hay que pensar que hay que comprar rocas en Batán, algo que para Mar del Plata fue un muy buen negocio porque estaban ahí nomás”, contó.

Por otro lado, la transferencia de arena desde Necochea a Bahía de los Vientos ha sido contemplada desde 1993 por los estudios de Isla, pero finalmente se optó por ejecutar la prolongación de la escollera de Necochea, que se llevó a cabo durante el año 2005, y “las consecuencias de esta prolongación se supone que importarán un aumento de la erosión por obstrucción de la deriva litoral”.///

Las conclusiones de los estudios

Los estudios que se han hecho indican, textualmente, que “se ha logrado una estadística anual de altura de olas significativas para el período julio de 2006 a junio de 2007”, arrojando que “las olas mayores ocurrieron entre mayo y septiembre”, mientras que se vieron “cambios bruscos en los que las olas comenzaban a provenir del S y SO, y rotaciones graduales en los que las olas prevenían dominantemente del SE”.

Las conclusiones también indican que “la desembocadura del Río Quequén naturalmente causa una obstrucción al transporte litoral de oeste a este. Esa obstrucción se vio incrementada con la ejecuci6n de las escolleras de defensa del Puerto de Quequén. Así comenzaron los problemas de la arena voladora: en Necochea la acumulación causaba embancamientos dentro del puerto y otras molestias en el sector litoral. Al mismo tiempo, en Quequén, se intensificaba la erosión inducida por la falta de provisión litoral de arena”.

Por otro lado, se indicó que “la alimentación de Bahía de los Vientos con arena voladora de Necochea requeriría más de 10 unidades volumétricas por cada unidad que perdurará en la playa. Esto significa que en el supuesto objetivo de repoblar la playa de Bahía de los Vientos, la arena de Necochea no es rentable. Esto no invalida utilizar las playas del este (Quequén, Bahía de los Vientos, Costa Bonita) como dreas de deposición de arena voladora. Es más, resultaría beneficioso en el sentido que restituye la deriva litoral interrumpida por el puerto, o conformando acumulaciones litorales submareales (barras de arena fina)”.///

Fuente

Ecos Diarios

 

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