Ciudad, Información General

Rappi, Glovo y PedidosYA siguen funcionando a pesar de la suspensión judicial

El día después de la suspensión judicial de las aplicaciones de deliverynada ha cambiado. Rappi, Glovo y PedidosYA, las empresas apuntadas por el juez porteño Roberto Gallardo en su fallo del ayer, continúan entregando pedidos en la ciudad de Buenos Aires y siguen operando con las tarjetas de crédito y débito.

El magistrado había ordenado que las empresas cesaran su actividad hasta tanto no cumplieran con una serie de requisitos legales y de funcionamiento solicitadas en una resolución anterior. Y les pidió a las empresas de tarjetas de crédito que bloquearan la operación a través de las plataformas digitales algo que, hasta el momento, no sucedió.

La resolución del titular del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario N° 2 tuvo como fin ejecutar lo resuelto el 10 de julio por la Cámara de Apelaciones del mismo fuero que le daba un plazo de diez días a las empresas y cinco al Ejecutivo porteño para regularizar la actividad o, al menos, prohibir que los motociclistas y ciclistas que transportan pedidos circulen sin casco e indumentaria con bandas reflectantes.

La resolución, según fuentes judiciales, debía tener efecto inmediato y las partes, una vez notificadas, tenían que cumplir con lo ordenado porque de lo contrario podían ser denunciadas penalmente por desobediencia. Las empresas de delivery y de tarjetas de crédito dijeron desconocer cualquier tipo de circular judicial por lo que la operación, hasta el momento, es normal. La Policía de la Ciudad, en cambio, sí recibió el aviso para desplegar operativos de control.

Fuentes policiales informaron que están analizando de qué forma se podrá implementar lo dispuesto por Gallardo sin que afecte el despliegue natural de las fuerzas. “Está claro que no podemos descuidar la seguridad de los vecinos que es lo más importante”, dijeron.

En estos controles ordenados por Gallardo la policía debe identificar a los repartidores de Rappi, Glovo o PedidosYA y controlar que utilicen el casco, el chaleco refractario, la caja fija a la moto o bicicleta -no como si fuese una mochila- y contar con libreta sanitaria. Si no se respetan esos requisitos la mercadería será decomisada y remitida al área de análisis bromatológico del Gobierno de la Ciudad o al laboratorio de análisis químicos de la Policía. Los repartidores no serán demorados ni detenidos.

Las empresas de reparto se sorprendieron por el fallo de ayer, a pesar de que en abril el mismo juez ordenó que se cumplan los requisitos. Gallardo les dio dos días (desde ayer) para entregar a la Justicia una lista completa de su personal, la constancia de haber entregado por su cuenta y cargo a la totalidad del personal los elementos de seguridad vial exigidos por la ley (casco, indumentaria para visualización nocturna, fijación de caja en rodado), la acreditación que el personal de reparto posee libreta sanitaria vigente, y las constancias de regularidad laboral y de cobertura de seguros y ART. Hasta tanto no se cumplan estas condiciones legales también pidió a Visa, Mastercard, Tarjeta Naranja y American Express bloquear las operaciones en sus plataformas.

“Desde Rappi, confirmamos el normal funcionamiento de nuestra aplicación y mantenemos un fluido diálogo con las autoridades pertinentes”, informaron voceros de la empresa, que apelará la medida. “Expresamos nuestra preocupación por este fallo que perjudica tanto a repartidores, comercios locales y consumidores. Lamentamos profundamente dicha decisión judicial. Seguiremos velando por los intereses de todas las partes, con el mismo compromiso de siempre”, agregaron.

En el caso de PedidosYa, la empresa también resaltó que continúa trabajando y cooperando con el Gobierno de la Ciudad. “PedidosYa informa que cumplen con la normativa vigente y con lo resuelto oportunamente por la Sala I de la Cámara Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo reafirma su pleno compromiso con la seguridad vial”, dijo la empresa.

Por su parte Glovo no confirmó si la plataforma está activa, aunque los repartidores con la mochila de la empresa siguen viéndose por las calles porteñas. “Estamos frente a un nuevo paradigma y es por eso que ya somos parte de una mesa de trabajo convocada por el Gobierno de la Ciudad donde todos los agentes interesados mantenemos un diálogo abierto en búsqueda de consenso y mejoras para todos”, dijeron.

Hernán De Menna trabaja los fines de semana como repartidor de Rappi. Anoche se encontraba en una heladería de avenida Del Libertador y Juramento para levantar un pedido y entregarlo. “No tenía ni idea de que se suspendieron las tarjetas. Yo no tuve problemas. El que estoy retirando ahora va a pagar en efectivo. Veremos más tarde si siguen funcionando las tarjetas o no”, dijo antes de salir.

En Plaza Armenia, pleno corazón palermitano, se agrupaban los repartidores de las empresas involucradas en el fallo de Gallardo. Pedro Iturri, que trabaja para Glovo, dijo que escuchó algo sobre el bloqueo de las tarjetas, pero que no tuvo problemas para trabajar. “Por ahora todo bien. Creo que mis compañeros tampoco tuvieron inconvenientes. Veremos, tal vez aún no entró en vigencia la orden. Habrá que ver, pero si me cortan esta entrada de dinero no sé cómo voy a hacer”, aseguró.

Desde la Secretaría de Transporte y Tránsito de la ciudad confirmaron que apelarán el fallo y que continuarán con los controles diarios a motociclistas para asegurar que circulen con casco, registro y todos los elementos de seguridad necesarios. Si avanza la suspensión de Gallardo la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios estima que la medida afectará a unos 5000 trabajadores que se desempeñan en firmas de mensajerías y delivery dentro de la ciudad. Otros 7000 prestan servicios de manera independiente.

En la Justicia adelantaron que hasta el momento ninguna de las tres empresas presentó lo requerido por el juez Gallardo, que para ejecutar el fallo de ayer debió levantar la feria judicial. Las próximas horas serán clave para entender si la disputa termina decretando la suspensión temporal de estas aplicaciones o se sumerge en un pantano judicial.

Con la colaboración de Alejandro Horvat

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