Sin brillar y con altibajos, como consecuencia del cansancio acumulado, Quilmes logró derrotar a Lanús por cuatro puntos, 87-83, gracias a una gran tarea colectiva. Los goleadores en el local fueron Walter Baxley y Diego Romero, ambos con 22 puntos, este último viniendo desde la banca.
El arranque del partido mostró a un Quilmes muy concentrado en defensa, donde Maciel controlaba a Romano, Clark a Wade y Gallizzi a Field, para a partir de esta sacar una pequeña luz de ocho puntos (12-4), producto de la buena conducción de Cequeira en la base, moviendo el balón con criterio para hallar al mejor tirador en el perímetro o bien hundirlo en la pintura para los internos, cuando promediaba el parcial. Sin embargo una serie de imprecisiones, le permitieron al “Granate” de la mano del tándem Griffin – Romano, propinarle un parcial de (0-9), para pasar al frente por la mínima, (12-13).
Allí Leandro Ramella dispuso el ingreso de Diego Romero, quien aportó puntos y experiencia en defensa para “secar” a su rival y en una ráfaga sacar diez de diferencia, (23-13), que al cabo de esos diez minutos iniciales terminó siendo de cinco puntos.
La propuesta de ambos equipos era clara, por un lado los de Vecchio dependían de lo que pudiera hacer Nicolás Romano, que a pesar de la férrea marca de Maciel lograba convertir tiros muy incómodos. En tanto, el “Tricolor” seguía moviendo muy bien la pelota, dañando desde el perímetro y en la pintura, con un buen pasaje del pivote misionero, recuperando la renta de once puntos, (37-26). Pero al igual que en la primer cuarto, los marplatenses cayeron en un bache, la visita lo aprovecho y a falta de dos minutos achico la diferencia a cuatro puntos, (37-33).
En el minuto final de la primera mitad, una serie de “horrores” arbitrales, cobrando una seguidilla de infracciones, que cortaron la dinámica del juego, sin favorecer a ninguno de los dos, perjudicando un poco más al dueño de casa que en con una rotación corta, por las ya sabidas ausencias de Ortiz y Marín, sufría las cuatro faltas personales de Cequeira. Así las cosas al descanso largo entraron con el “Cervecero” ganando por cinco puntos, (45-40).
El “Granate” ajustó la marca, complicando las ofensivas del local, transformando el juego en un ida y vuelta entretenido, donde intercambiaban punto por punto y error por error. Por el lado de la visita, la dupla Griffin – Romano, se adueñaban de todos los ataques de su equipo, mientras que el “tricolor” seguía sin desesperarse moviendo bien el balón, encontrando varias vías de gol, sobresaliendo lo hecho por Maciel, Romero, Vildoza y Baxley. En ese panorama, los de Ramella, volvieron a corregir la defensa, para llegar al cuarto decisivo ganando por ocho puntos, (71-63).
Los diez minutos finales, mantuvieron la misma dinámica, porque Quilmes no podía terminar de quebrar a Lanús, producto de errores propios tanto en ataque como en defensa, en ataque al tomar tiros incómodos, sobre todo en los primeros instantes del parcial y en defensa al no poder contener a la dupla Griffin – Romano, a los que se le sumó en ese pasaje Enzo Ruiz y Lorrenzo Wade, que a falta de algo más de dos minutos empataban el partido en 82 puntos por bando.
Y cuando Quilmes parecía sin rumbo apareció Walter Baxley, para cambiar por dos puntos un gran robo de Maxi Maciel sobre Wade, dándole la luz vital de 3 puntos, (85-82), a falta de 47 segundos. En la reposición Wade acortó a un doble la diferencia al convertir uno de los dos libres. En la siguiente acción Baxley fue maniatado perdiendo el balón, pero cuando repuso el “Granate” con 17 segundos, la “joya” del club, Luca Vildoza, robó el esférico, corrió la cancha de costa a costa, poniendo el decisivo (87-83).
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Foto: Demián Schleider
