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Quilmes tropezó en su visita a Bahía Blanca

16_n4Bahía Basket le asestó el segundo golpe a Quilmes en tan solo una semana y sumó su segunda victoria en la liga doméstica de básquetbol, después de vencer a los marplatenses por 85 a 74, en el Osvaldo Casanova. Los pibes orientados por Sebastián Ginóbili tuvieron un partido de menor a mayor, comenzaron bastante imprecisos, pero sobre el final del tercer periodo encontraron la brújula y se quedaron con un gran triunfo. Por su parte, la competición no arrancó nada bien para el “Tricolor”, ya que en dos juegos no mostró demasiado y recibió un segundo cachetazo en tan solo días, además sufrió las lesiones de Vildoza y Maciel.

En cuanto al juego, sucedió todo lo contrario en el arranque del partido, donde el “Cervecero” encontró huecos en la defensa local y pasó a liderar 8-0 en poco más de dos minutos, lo que obligó un rearmado en Bahía.

Poco a poco, Bahía mejoró y ajustando desde el fondo empezó a encontrar puntos en ataque. Con eso consiguió descolocar a la visita, que se empezó a desorientar en el juego y sufrió la firmeza de Bahía. Los de Ginóbili pasaron a recortar a solo un doble (12-10) y equipararon el trámite gracias a la rotación constante desde el banco.

Bahía llegó a pasar al frente por 16-15 tras un doble de Carter (alternando entradas y salidas dado que aún no se encuentra en plenitud física), aunque Quilmes cerró el primer parcial con una buena reacción y revirtiendo el score por 21-18. Baxley, Spalla, Romero y Durley le dieron aire al Cervecero con un goleo bastante repartido.

La mala noticia para Quilmes fue el esguince de tobillo derecho de Maciel, que durante los primeros diez minutos chocó con Fernández y quedó apartado del partido. Eso le quitó más rotación al elenco marplatense, que vio cómo Bahía comenzó a pasar al frente en el arranque del segundo periodo. Ramos, Redivo y el aporte de Levy dispararon a Bahía a una ventaja de 31-23, aprovechando su buen pasaje.

El “Tricolor” empezó a descontar de a poco y con una rachita volvió al acecho. Aunque se mostró algo falto de ritmo, Quilmes luchó con puntos de Romero y Durley, aprovechó los errores de Bahía y se puso a solo dos (38-36), aunque el dueño de casa se fue al descanso largo sosteniendo su liderazgo en el score tras una bomba de Ramos (41-36).

El reinicio de las acciones tardó en encontrar ofensivas productivas dada la imprecisión de ambos equipos. Los constantes errores se vieron apagados con un triple en soledad de Fernández, estirando diferencias para Bahía pero sin poder quebrar el partido ante un Quilmes combativo con Spalla y Romero.

Los marplatenses achicaron la diferencia gracias a la superioridad de centímetros en juego interior (Bahía apostó a un equipo más bajo y Romero sacó ventajas) y un triple de Durley, llegando a darlo vuelta tras una conversión de Baxley (49-48).

Pero eso despertó a Bahía, que reaccionó a cinco minutos del cierre del parcial y mechó un pasaje muy eficaz de 11-3 (59-52). Los triples fueron claves para esa remontada, con un letal tirador como Redivo haciendo su aparición, más otras dos bombas de Whelan. Al anfitrión le costó escaparse, aunque desde su racha de triples halló algo más de alivio.

La mejora de Bahía se mantuvo desde que se acomodó en defensa y pudo correr la cancha. El ingreso de Fjellerup fue de lo más positivo, coincidió con el buen momento de la dupla Redivo-Whelan, se sumó el aporte de Ramos y comenzó a aparecer un Carter que hasta ese momento estuvo algo desaparecido. Para colmo de males, Quilmes sufrió la salida momentánea de Vildoza, con mucho dolor en el pie izquierdo.

Todo ese buen momento del local se tradujo en un dominio claro, donde Quilmes sufrió sus ausencias por lesión y donde Bahía terminó de sacarle jugó al trámite para finalizar el tercer capítulo arriba por 66-57.

En la apertura del último cuarto los pibes de Bahía terminaron de sacar una ventaja más que considerable. Cada uno tuvo su momento, con Redivo (más preciso desde el perímetro), el pibe Corvalán (muchísima energía en el poste bajo), Whelan (sobrio en la conducción), Fjellerup (grandes ingresos dando muchas soluciones) y Ramos (intenso en ambos costados) gozando de rachas para dejar al local arriba por trece: 73-60 a menos de ocho minutos para el final.

Bahía manejó la diferencia, cuidó su ventaja y trabó cada ofensiva rival obligándolo a irse a la línea para ganarse sus puntos. Quilmes, acusado por las ausencias, trató de acercarse de todas formas y entregó todo, pero la claridad de Bahía no desapareció y los de Ginóbili terminaron ganando por un claro 85-74 para sumar un nuevo éxito en su casa.

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