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“Qué lindo si llenos del Espíritu Santo se animan a hablar las lenguas de nuestra cultura, nuestro tiempo, nuestra realidad”

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Con una Catedral llena de jóvenes, animados con música, pantallas gigantes, oración y reflexión; se realizó el pasado sábado la vigilia de Pentecostés que culminó a las 23 con la misa presidida por el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre. Durante la eucaristía, Mestre hizo el “envío” y bendición de los jóvenes que participarán en el “II Encuentro Nacional de Jóvenes”, que será el próximo fin de semana en Rosario, con una participación de más de 17000 personas de todo el país.

“Queridos jóvenes, estamos en esta noche presentes en la fiesta de Pentecostés, y recibiremos como regalo la presencia del Espíritu en la vida de todos y cada uno de nosotros. No es un recuerdo del pasado, sino que hoy es Pentecostés, en la Catedral, es el Pentecostés de los jóvenes”, inició diciendo el obispo en la homilía. Y propuso, “a la luz de las distintas lecturas de la palabra de Dios. Propongo tres puntos para meditar y reflexionar, sintetizados en tres palabras: reunidos, llenos, hablar”.

“Algo que es un valor en la vida de la fe, es formar grupos, comunidad, y algo que es muy fuerte en ustedes: el grupo de amigos. Cuidemos y defendamos siempre el estar reunidos, vivir en familia, vivir en comunidad, recuperar el valor de estar reunidos. Hoy estamos así, recibiendo la efusión del Espíritu Santo. La semana que viene estaremos en el II Encuentro Nacional de Jóvenes, qué lindo el esfuerzo que hicieron mucho de ustedes, ahorrando pesito tras pesito, haciendo el esfuerzo para viajar y estar en Rosario reunidos. También dentro de dos semanas, estaremos reunidos en Corpus Christi, acá mismo a las 3 de tarde, y quiero que sea el corpus de los jóvenes, y salgamos a la calle a dar testimonio de que Cristo está vivo, con la alegría y la fuerza que ustedes pueden dar a esta celebración de Corpus”.

“Como segunda palabra propongo ‘llenos: todos quedaron llenos del Espíritu Santo’. El Espíritu Santo cuyas imágenes aparecen como fuego, como fuerte viento, viene a movernos las estanterías de nuestra vida para que se caiga todo lo que se tiene que caer y ordenar en nuestra vida todo lo que haya que acomodar. El Espíritu Santo viene como lenguas de fuego, a purificar que salga a la luz lo mucho de bueno que hay en nuestra vida. A movilizarnos para que no nos quedemos cómodos en nuestro metro cuadrado, somos llamados por el Espíritu que quiere hacer lío como nos pidió el papa Francisco en Río en 2013. Dejá que el espíritu Santo llene tu corazón, que haga lío en tu vida para dar a luz tantas cosas buenas que tenés. Dejate llenar por el Espíritu, vaciate de todas esas cosas que no valen la pena, para que llene tu corazón y lo plenifique. Hoy es Pentecostés”, remarcó el obispo.

“Finalmente como tercera y última palabra ‘hablar’: todos comenzaron a hablar distintas lenguas. ¿Qué paso un acto mágico? No. El texto implica la capacidad de cantar, gritar las maravillas de Dios, según la lengua particular de cada hermano, familia, hermano según su propia necesidad o situación de este momento. Ustedes lo hacen muchas veces, en equipos de Brochero, Camino, Jornadas, Vida; cuando acompañan a otros jóvenes están buscando hablar según lo que viven cada hermano. ¿Cómo será cantar las maravillas del Señor, a un amigo, compañero de la escuela, o del laburo que está muy prendido en el tema de las drogas? Ustedes lo saben mejor, porque están metidos en el ambiente. ¿Cómo será cantar las maravillas del Señor a una piba del barrio que tiene problemas de violencia de género? Ustedes que están metidos ahí, por la gracia de Dios, si están llenos del Espíritu Santo van a poder ayudar en esa situación”, manifestó el pastor de la Iglesia Católica de Mar del Plata.

Y por último les expresó, “qué lindo queridos jóvenes si reunidos, se dejan llenar por el Espíritu Santo y se animan a hablar las lenguas de nuestra cultura, nuestro tiempo, nuestra realidad en cada rincón de la ciudad. Partiendo de las periferias de nuestros barrios, parroquias, capillas, comunidad eclesiales de base, colegios que reclaman esa presencia de cantar, gritar, las maravillas del Señor, en todas las lenguas”.

Al finalizar la misa, monseñor Mestre bendijo a todos los que viajarán a Rosario al II Encuentro Nacional de Jóvenes; y concluyeron rezando la oración de la 50° Invasión de Pueblos que será en septiembre en Mar del Plata, y promete ser también un verdadero signo de alegría y celebración juvenil.

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