Se trata del surfer Federico Llamas, de 27 años, quien el 24 de marzo fue demorado en la Panamericana circulando en una camioneta con tablas de surf, se le ordenó ir a hacer cuarentena a su casa de Flores, pero se fugó a Ostende.
Y el otro caso es el del personal trainer Miguel Ángel Paz, de 40 años, quien el 14 de marzo le dio una paliza a un empleado de seguridad de su edificio de Olivos que lo denunció por no guardar el aislamiento obligatoria de las personas que como él, que había venido de EEUU, habían llegado de viaje de países de riesgo donde circulaba el coronavirus.