En una Carta abierta al presidente de la nación Mauricio Macri, el productor Alejandro Lamacchia, alertó sobre los peligros de importar carne de Brasil o Dinamarca. Además, afirmó que el precio de la carne porcina en góndola no baja y hay miles de puestos de trabajo en juego.
Estimado Sr Presidente de la Nación
Como productor de cerdos me gustaría hacerle un aporte para una conducción más justa de la Nación, de algo que seguramente usted, debido a la cantidad de problemas de otra índole que debe resolver….hoy desconoce.
Entiendo que la Patria productora en su mayoría está de acuerdo con el plan de reformas básicas de su proyecto, y espera ansiosa que lleguen los resultados de las medidas implementadas. Hay algunos detalles que me gustaría comentarle:
1) Hoy la República Argentina posee un “status sanitario de privilegio a nivel mundial” producto de muchísimo trabajo del Sector Ganadero Porcino y también que la suerte nos acompañó. No tenemos enfermedades en los cerdos como el PRRS y otras exóticas, lo cual nos coloca en una “condición ideal para exportar”. Si en algún momento se da la oportunidad, lo primero que se analiza es el “Status Sanitario” del proveedor. ¡MANTENERNOS SANOS ES EL MEJOR NEGOCIO!
2) Sería un gran retroceso que por importar cortes frescos y/o congelados de Brasil o Dinamarca como ya vemos en las góndolas, introduzcamos dichas enfermedades en nuestro país. Esto provocaría un devastador impacto económico para el sector. En el 2013 Chile tuvo un brote de enfermedad por la importación de carne con virus que lo afectó seriamente.
3) Hoy lo único que se logra con esta medida de importar carne de cerdo de otros países, es beneficiar a unos “pocos” y dejar sin fuente de trabajo a muchas familias, sobre todo al pequeño y mediano productor porcino, que no puede competir de igual a igual.
4) Los porcicultores, por acatar las reglas de juego, se llevan la peor parte. Asumimos con buenos ojos la quita de retenciones a los cereales, “es preferible tener cereales más caros sin subsidio que no tenerlos”. Estamos convencidos que de seguir ese camino nos quedábamos “sin productores de maíz y trigo”. Éstos no podían seguir sembrando a pérdida; para nosotros es “más importante pese al aumento del costo”. Siempre es preferible tener el grano para nuestros animales que no tenerlo.
5) Entonces, Sr Presidente, le pedimos a usted, como hombre de campo que se considera, por sus orígenes tandileros, cuna de la producción porcícola por excelencia del país, tenga a bien rever la situación y no importar carne de cerdo para que solamente ganen dinero 4/5 importadores, porque el precio de la carne porcina en góndola no baja, los argentinos no la pagamos menos y la porción de la torta se la llevan como siempre los intermediarios y los frigoríficos importadores.
Los productores de cerdo que entregamos nuestro producto en pie en los frigoríficos, solo podemos acatar los precios magros que ellos nos imponen por tener acceso a carne importada que le sobra a Brasil y en vez de venderla a bajos precios en su país y desbaratar su mercado, lo hacen mandándola a nuestra querida Patria.
6) Debemos mantener las fuentes de trabajo. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo hay 40.000 productores que, con la gente asociada al negocio porcino llega a alrededor de 400.000 personas. El 90% de los productores porcinos del país somos pequeños y medianos. ¿Por qué no seguir con el programa de precios cuidados y controlar que lo que nosotros vendemos en el campo a $17 no llegue a las góndolas a $80/$100?
7) Sabemos el esfuerzo que está realizando y también que no debe ser una tarea sencilla. Los productores porcinos apoyamos todo aquello que permita tener un país más justo para todos y por supuesto siempre “se puede”. Quédese tranquilo que los productores conocemos perfectamente que “no hay rosas sin espinas”. Ya que estamos tan cerca, aprovecho para el día que esté por mis pagos, invitarlo a tomar unos mates…