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Por el crimen de Natalia Melmann, los condenados quedarían libres en 2022

La investigación por el crimen de la adolescente Natalia Melmann en Miramar, ocurrido el 4 de febrero de 2001, derivó en la condena a prisión perpetua de tres policías acusados de raptarla, violarla y asesinarla, mientras que un cuarto efectivo deberá ser sometido a un nuevo juicio oral, tras haber sido absuelto en un debate previo. Además, resta determinar a quién pertenece un quinto perfil genético que fue hallado en un rastro en el cuerpo de la víctima.

Los condenados por el crimen son los efectivos de la policía bonaerense Oscar Echenique (61), Ricardo Anselmini (53) y Ricardo Suárez (58), sentenciados a prisión perpetua por ser coautores de los delitos de “rapto, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio criminis causa”.

Según se estableció en el juicio celebrado en septiembre de 2002 en el Tribunal Oral en los Criminal 2 (TOC 2) de Mar del Plata, los acusados obligaron a la menor a subir a una camioneta policial cerca de las 7 del 4 de febrero de 2001, y la llevaron a una casa ubicada en el barrio Copacabana, en el extremo sur de Miramar.

Allí la violaron y “con el inequívoco propósito de procurar la impunidad de la agresión sexual, la víctima fue muerta por asfixia, y estrangulada con un lazo confeccionado con el cordón de una de sus zapatillas”.

Los policías trasladaron luego el cuerpo al vivero Florentino Ameghino, donde fue hallado cuatro días más tarde, debajo de una pila de hojas.

En el mismo juicio, fue sentenciado también, pero a 25 años de cárcel, Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, aunque la pena fue reducida luego a 10 años de prisión.

Los tres policías se encuentran alojados desde entonces en la Unidad Penal de Batán, y estarían en condiciones de tramitar la libertad condicional a partir de agosto de 2022, al cumplir 20 años detenidos.

Desde el 20 de octubre del 2017, los efectivos condenados gozaron de salidas transitorias una vez cada quince días, pero en febrero de 2019 este beneficio fue revocado.

Por otra parte, en julio de 2018, fue juzgado en el TOC 4 marplatense un cuarto policía, el exsargento Ricardo Panadero (63), quien no formó parte del primer proceso porque fue sobreseído antes de la elevación a juicio de la causa.

A partir de una resolución de la Suprema Corte provincial, que dispuso que se revocara aquel sobreseimiento y el caso volviera a primera instancia, Panadero fue juzgado 17 años después por el delito de “privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por la participación de dos o más personas y homicidio agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa”.

Tras ese debate oral, los jueces Juan Manuel Sueyro, Fabián Riquet y Jorge Peralta, lo absolvieron de manera unánime, porque consideraron que no pudo acreditarse la acusación y que “no se probó su coautoría en los hechos”.

 

Apelado

El fallo fue apelado por la Fiscalía General marplatense y por la fiscal de juicio, Ana María Caro, por entender que “existió una apreciación incorrecta del material probatorio” y que “se prescindió de elementos relevantes”.

También recurrieron la absolución los padres de la víctima y su abogado, Federico Paruolo, al considerar que “se realizó un análisis sesgado y arbitrario de los elementos probatorios”, en especial de una prueba de ADN realizada sobre un vello púbico hallado en el cuerpo de la víctima, que indicó que “se detectó compatibilidad con el análisis correspondiente a Panadero”.

A partir de estos planteos, el 13 de noviembre de 2019, la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló la absolución y ordenó la realización de un nuevo juicio, que aún está pendiente.

La investigación del crimen arrojó además un quinto perfil genético, detectado a partir de un rastro de semen hallado en el cuerpo de la víctima durante la autopsia. Para establecer a quién pertenece, la querella pedirá en los próximos días que se estudie la compatibilidad genética entre ese perfil y el de los efectivos policiales que prestaban servicio en Miramar al momento del hecho. (Télam).

 

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