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Para Montenegro es lo mismo la Municipalidad de General Pueyrredon que abrir un quiosco

Por qué se habla de tantos proyectos paralizados en el HCD. El olfato periodístico indica que hay algo entre manos, que no se define con transparencia. Cuando se mezclan los tantos es ineludible que los meta mensajes son pases de factura entre las partes. No es el caso de una u otra comisión por el pase de un expediente. Estamos hablando del 2023.

Con Guillermo Montenegro hay que separar la paja del trigo,  es contradictorio y errático. Por estas horas se victimiza y le pide a la oposición que “lo ayude y que trabaje”.  Pero hay que recordar que el  actual intendente, compartiendo el mismo espacio político que su antecesor en el cargo, encabezó y acompañó en calidad de candidato una despiadada campaña en su contra, como el más recalcitrante opositor.

Hoy debería estar más presente que nunca, cuánto le debe Montenegro a la mala fama del kirchnerismo, en su exitosa llegada al sillón de Yrigoyen 1627. Son socios o debe considerarlos así, se repartieron el 100 % de las bancas en juego en el último turno de elecciones legislativas.

A tal punto, que en 2019 casi pierde las elecciones a manos de María Fernanda Raverta, quien estuvo a menos de 10.000 votos, con su ambición puso en juego la suerte de CAMBIEMOS en la ciudad. Desde el oficialismo hizo el papel de opositor más tenaz, con sus ansias casi le aplicó una sobredosis fatal a JxC, con MEV a la cabeza.

Fue juez, fiscal, legislador, diplomático pero debe ser coucheado para hablar en público y ante la prensa, sobre temas de seguridad y covid en Mar del Plata. No son su especialidad tampoco  las plataformas petroleras, ahí es amonestado por Javier Iguacel y Patricia Bullrich y sobre el inicio de clases en febrero en CABA quedó desubicado como caballo arriba del techo.

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Rodríguez Larreta no pisó más Mar del Plata, pero no dejó de visitar Córdoba donde se fotografió con la “Mona” Jiménez. El jefe de Gobierno de CABA, acompañado de Montenegro, visitó a Florencio Aldrey, el notorio vacunado VIP junto a sus 3 sobrinas. No son detalles, sino que van edificando una imagen que se complica a la hora de la gestión, tratamiento y elaboración de proyectos.

Es desprolijo, moroso, lento y clandestino. De los 8 ejes de gobierno, que prometió en el mensaje de asunción en el Concejo Deliberante en 2019, no cumplió ninguno. La pandemia es un atenuante que usa como excusa. Ahora también es la oposición, como lo fue Kicillof y la política macroeconómica, todo en estilo K.

La falta de compromiso real con Mar del Plata, a pesar de lo cual se jacta, sin embargo no impidió que la ciudad haya perdido muy posiblemente para siempre, los almuerzos de Mirtha Legrand, el desfile de modelos top en Playa Grande, el fútbol de verano, el Coloquio de IDEA, las campañas de promociones de primeras marcas (que se han mudado a Pinamar, fundamentalmente) los recitales populares en Parque Camet y el corredor saludable entre Plaza España y Avda. Constitución, entre otros. Miles de puestos de trabajo temporario.

Hoy cobra vigencia un enfrentamiento político cargado de insignificancia, si nos atenemos a prácticas leales y con los consabidos códigos de la política. Oficialismo y oposición están en pugna, enredados por el orden del tratamiento de ordenanzas en el HCD de dos temas fundamentalmente, presupuesto 2022 y fotomultas.

¿Qué es lo accesorio y qué es lo principal? Son cuestiones de forma que se privilegian, porque en ellas les va poco menos que la vida a las huestes oficialistas.

Es que se ha instalado una figura para nada recomendable en torno al “number one”, incumplidor serial, no decir siempre la verdad, ser un as en las redes sociales pero actuar de modo clandestino y en las sombras o impulsar pseudo iniciativas, muy difíciles de plasmar en la documentación de los expedientes con trámites engorrosos, propios de la burocracia administrativa, política de la cual está impregnada toda su carrera.

Un libertario que se acople a los mensajes de Espert y Milei en el HCD se haría un pic nic, ya que Montenegro es un digno exponente de lo que se conoce y rechaza como la casta política. Una práctica consumada es haber pulsado una interna en las PASO para ubicar a su “mano derecha”, Alejandro Rabinovich, un forastero en toda la V Sección Electoral.

No debería extrañar, el intendente es del palo de María Eugenia Vidal, la “orgullosamente bonaerense” quien vino 50 veces a Mar del Plata entre 2015 y 2019, y ahora no traspone la General Paz y es legisladora por CABA. Es difícil la cohesión en las coaliciones, lo que no debería ser difícil es la coherencia, por lo menos intentar mantenerla.

No se observa tampoco  entre los ediles oficialistas un denodado esfuerzo por ir “a poner la cara” para tener que dar siempre explicaciones de lo que nace mal parido desde la planta baja de la administración central o en su defecto del COM quizás, en el otro lugar donde presuntamente “atiende” el SIM. Ahora desempeñándose como un profesional de la política.

Jorge Elías Gómez

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