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Panorama político bonaerense: Emergió el lado oscuro

Por Andrés Lavaselli. La escandalosa salida de Martín Insaurralde del gabinete de Axel Kicillof, luego de que se publicaran fotos en las que aparece en un yate de lujo con una modelo en Marbella, es un oscuro episodio con muchas aristas a desentrañar, que deja abierta por ahora la cuestión de su potencial impacto electoral, ya que como un torbellino surgió y se resolvió en menos de 10 horas.

Kicillof estaba en un acto de la OUM cuando le avisaron que Sofía Clérici acababa de “arrobar” a Insaurralde en una serie de imágenes y videos en los que se los ve haciendo vida de millonarios en el Mediterráneo, que ella misma había subido a sus redes entre el 16 y el 21 de septiembre. Con esa acción der “arrobar”, la “modelo” consiguió alertar a todas las redacciones del país.

Y ocurrió lo esperable: por la tarde la noticia estalló en las redes, produjo indignación de ciudadanos de a pie y airados pedidos de explicación de la oposición. Kicillof no esperó: habló con Insaurralde y “convinieron en que lo mejor era su salida” dijeron a DIB fuentes de su gobierno. Detrás de la elegancia de la fórmula se esconde la convicción del Gobernador de que el lomense no debía seguir.

Solo Clérici sabe los motivos del gap entre la publicación de las imágenes y la difusión para involucrar a Insaurralde, pero en principio permite suponer que se trató de una acción planificada. Que se dio 24 horas antes del primer debate presidencial. La protagonista tiene sus antecedentes, que desaconsejan las lecturas naif: Protagonizó un episodio similar, con Daniel Scioli como partenaire. Los servicios de inteligencia suelen tener contactos con “modelos” así, lo que no necesariamente es el caso en esta oportunidad.

El señalamiento no exculpa a Insaurralde: sus ingresos no justifican el nivel de vida que emerge de las imágenes que su salida convalidan como verídicas, dato no menor en épocas de IA. Y aunque lo hicieran, políticamente eran un cachetazo a la gente la misma semana en que se conoció que la pobreza trepa al 40%. Lo cierto es que sirve para poner una señal de alerta sobre sobre cómo se desarrolla la campaña en el distrito donde el oficialismo tiene su mejor candidato, Kicillof.

Con las horas se sabrá si el Gobernador logró aislar el posible efecto negativo o si esto se convierte en un episodio que engrosa el furor anti casta del que tanto se sirve Javier Milei. En el caso del gobernador sería paradójico: pueden hacérsele muchas críticas, pero no se le conocen denuncias de corrupción y su nivel de vida, es público, coincide con sus ingresos y no es para nada ostentoso.

La historia de Insaurralde en el gabinete da pistas de otro posible efecto político. El lomense llegó como una especie de “interventor” tras la derrota electoral de 2021, colocado por Cristina pero sobre todo por Máximo Kirchner, su gran aliado bonaerense. Fue el líder camporista quien lo impulsó a Insaurralde como candidato a gobernador en 2019 y 2023, año en que intentó como última jugada que fuese vice. Por eso, a futuro, cuando se debata el poder en el próximo peronismo, Kicillof parece tener enfrente un frente opositor interno menos estructurado.

Una cosa más: apenas un cierto clima de operación conecta por ahora este episodio del de “Chocolate” Rigau, que involucra a “dadores” de tarjeta de débito de prácticamente todas las fuerzas políticas. Pero hay que señalar que esa segunda trama tiene como protagonista a un puntero ligado al massismo en una cámara manejada por Insaurralde a control remoto a través de Federico Otermín, su candidato a sucederlo (¿representarlo?) en Lomas.

Dato al margen: tal vez todo el lio sirva para hacer avanzar un viejo proyecto ahora reflotado: la unicameralidad en la Legislatura. El articulado lo presentó el PRO con ADN peronista Marcelo Daletto e implicaría no solo una sola cámara legislativa sino votar representantes una vez cada cuatro años. Atención: en el oficialismo no lo ven mal, aunque plantean no tocar mandatos ni reelecciones. Es el inicio de un debate que tal vez germine.

Del otro lado

Todo ocurre mientras del otro lado de la grieta, Milei surfea en la hipótesis del arrastre y el bullrichismo intenta asomar la cabeza en la provincia, con el ánimo algo recompuesto por las victorias en Santa Fe y Mendoza.

En Buenos Aires eso se tradujo en varios ajustes. 1) Aunque Macri sigue ambiguo, sumaron a sus adversarios internos Rodríguez Larreta y Santilli a la campaña. El “Colo” incluso visitará  medios juntos con Grindetti esta semana. Además, aportó un operador calve, Agustín Forcheri, que ya aceitó contactos con algún alcalde radical díscolo. Lo más importante: hay una definición conceptual nueva de dónde ir a buscar los votos que le faltan a Juntos: en el interior (sobre todo en sus conglomerados urbanos) y entre los estratos de la población de más edad. Los jóvenes, entienden, son terreno de disputa entre Píparo (Milei) y Kicillof pero, según análisis propios que hizo un experto que trabaja con Maxi Abad, entre los adultos mayores hay un voto afín que nadie está reclamando. (DIB) AL

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