A pesar de tener tres fichas mayores menos, los de Santander se impusieron de punta a punta por 97-74, con otra demostración de gran juego. Como podía esperarse en la previa, el juego comenzó con un duelo entre dos viejos conocidos: Robert Battle por Quimsa y Martín Leiva por Peñarol. Ambos sacaron algunas diferencias en el juego interno, especialmente el extranjero, y los primeros minutos transcurrieron con suma paridad. Con mitad del cuarto en la historia, el marcador mostraba a los locales adelante por la mínima (8-7).
A partir de ahí, la defensa de Quimsa, que recordemos jugó sin Deck, Vega y García, se endureció y dejó seco al ataque rival, que no encontraba ningún tipo de respuestas a lo propuesto por Santander. Así, y con buenos minutos de Lucas Pérez, el puntero de la Norte se adelantó y tomó la delantera por seis.
¿Quién hizo despertar a los marplatenses? El mismo que en tantas otras ocasiones en la campaña: Luciano Massarelli, anotando ocho puntos seguidos desde el banco, para cerrar el período abajo por un más parejo 18 a 15 en su contra, que no terminaba de demostrar lo que en el juego había sido una superioridad marcada de Quimsa.
Para borrar rápidamente ese mal cierre de los primeros diez minutos, los santiagueños abrireron el segundo parcial con todo, escapándose a nueve (24-15) con dos bombas de Nicolás Aguirre y más tarde, rompiendo la barrera del doble dígito con un tiro de tres puntos de Juan Fernández Chávez, de interesante primera mitad.
Ya con Quimsa como claro dominador del marcador, el partido se calentó. Gabriel Fernández y Martín Leiva recibieron un par de técnicas en su dura lucha con Battle debajo del aro y de la mano del pivote, el local se terminó de escapar. Peñarol nunca pudo encontrar fluidez en sus ataques, falló varios triples abiertos y acabó entrando a los vestuarios con una desvetantaja de 38 a 24.
Lo que se había insinuado en el primer tiempo, se confirmó en el segundo, donde Quimsa se adueñó definitivamente del encuentro. Con su habitual defensa, otro triple de Aguirre y del joven Brahian Buticci, además de una tremenda volcada de Fernández Chávez, la diferencia superó los 20 tantos (55-33) comenzando a definirse la historia.
Desde ese momento, Quimsa se lució, haciendo olvidar rápidamente que disputó el partido con apenas seis fichas mayores. Buticci sumó otra bomba, al igual que Fernández Chávez, mientras que Chaz Crawford también se unió a la fiesta con algunos de sus mejores minutos desde su llegada al equipo. Así, el tercero terminó con los locales al frente por un abultado 69 a 44.
Ya con todo definido, el último cuarto mantuvo una tónica parecida al resto del duelo, con Quimsa dominando y sintiéndose muy cómodo en el campo. Hubo un buen ingreso del joven José Montero, mientras que en la visita también aportó lo suyo Jerónimo Barón, hasta llegar al 97 a 74 final, que no hace más que contar la historia de un partido disparejo por donde se lo mire.
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