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Morena: Nunca más; interpelación a la clase política

 

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Suspendieron las campañas políticas y el acto de cierre de las mismas, por lo sucedido con la niña de Lanús. En realidad es un alivio, hace un año que vivimos de campaña, pero el lunes arrancan de nuevo con el estado de sopor. Anoche cuando decían haber suspendido las campañas, los mismos candidatos estaban en todos lo canales de televisión como si nada hubiera ocurrido. Tampoco se les puede pedir decoro. Hoy la movilización del reparto de boletas no sabía de vedas.

La tragedia que sacude al país es un quiebre. Un límite que llegó de la violencia instalada. En los pliegues de la política, oficialistas y opositores, pujan con sus listas, con acuerdos espurios, negocian, intercambian nombramientos de jueces. Candidatos que son sumandos y persiguen su continuidad. Las instituciones políticas no ofrecen garantías. Están todas comprometidas

Arreglos electorales que han limitado la participación y una devoción por acceder al manejo de la cosa púbica. Allí logran su estado de bienestar, aún a costa de endeudamientos internacionales y de una velocidad en la pérdida del valor del peso, que a la pobreza ya consolidada le suma miseria.

Fue en Villa Diamante, pero casi es una anécdota el lugar. La violencia laceró a la sociedad, pero la política es imperturbable pese al desenlace. Es la raíz para impartir justicia, la caída de la calidad de vida es dramática. Se observa en la vía pública diariamente y en los niveles de acceso a cada una de las canastas, que reflejan cómo el deterioro vuelve inaccesible alimentos y servicios básicos.

El acceso a la justicia es un elemental servicio para todos los habitantes. Nadie puede prescindir del mismo, pero la política y sus actores la han reducido a una expresión mínima, restringida y hasta obediente a intereses procaces. Hoy la aplicación de justicia está fuera del alcance de quienes más la necesitan.

General Pueyrredon no está escindida de este contexto. Hay vasos vinculantes de la organización política que predominan en los estamentos de poder. Las elecciones del próximo domingo es el acto de legitimar a los actores. El armado de las listas arrastra la contaminación del sistema. La lectura fina luce el encubrimiento. ¿Cuántas Morena harán falta? Hoy todos estamos en peligro y la tendencia es irreversible.

Los sectores del poder vivirán de los privilegios, sólo procuran su continuidad. Son 10, 20, 30 años de las mismas caras, cuyos portadores no han llevado hasta acá. Hoy las internas son parte de la pelea por el poder. Esa es la disputa de fondo que tiene directa relación con la distribución y administración de fondos de presupuestos que nadie controla.

La política sigue incólume su trayecto a la destrucción de la sociedad en beneficio propio. Sólo observar la integración de las listas de las boletas, que estarán en los cuarto oscuro donde se celebren las elecciones. Surgirán autoridades nacionales, provinciales y municipales, se renovarán legislaturas en los mismos órdenes legislativos.

Hoy el asesinato de Morena provoca una conmoción que sensibiliza. Las opciones están agotadas, las propuestas son vacías. Las herramientas son las mismas que nos han llevado a este resultado. Hay una paralización manifiesta de organismos públicos que ya no  funcionan.

 

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