Montenegro tras los pasos de Alberto Fernández en la cátedra de Derecho Penal

Primero fueron cercanías en tiempos de pandemia, donde la idea del “todo juntos” unió lo que parecía imposible, luego reuniones y charlas varias por Zoom, incluso la calificación de ejemplar hacia el intendente de General Pueyrredon por parte del Presidente sobre cómo actuar en cuarentena, expresadas reiteradamente en público por cadena nacional.

Amigo, alumno, discípulo y compañero, fueron los caracterizados términos de AF referidos al intendente, cuando el presidente gozaba de un techo de imagen positiva que tocaba el 80 %. Tal vez sea necesario para ubicar todo en el preciso contexto, que el ex presidente Mauricio Macri, en el pico de su imagen positiva, había desplazado a Montenegro de sus proyectos políticos.

Fue cuando, entre otros, irrumpieron con éxito intendentes como Diego Valenzuela y Néstor Grindetti, en 3 de Febrero y Lanús. Otros hombres de su palo político surgieron como jefes comunales en La Plata, Olavarría y Bahía Blanca como Julio Garro, Ezequiel Galli y Héctor Gay, respectivamente.

Para el ingeniero Macri fue todo un disgusto político en 2015, cuando a todo vapor construía su carrera hacia Balcarce 50. ¿Qué pasó) La historia es relativamente conocida. Montenegro se anotó con el PRO en la carrera a la intendencia de San Isidro.

Pero no puso superar el obstáculo de Gustavo Posse en las PASO, perdió 68 % a 37 %, Montenegro arañó la minoría, quedando relegado en esa oportunidad. Gustavo Posse es el mismo que acaba de caer en la interna radical, hace poco más de una semana a manos de Maximiliano Abad.

¿Por qué el disgusto de Mauricio Macri? San Isidro era un municipio ubicado en el corazón del PRO, considerado como un territorio propio, Montenegro era el “caballo del comisario”, pero frustró al ex presidente, ya que fue Posse el que se quedó con una emblemática municipalidad para el PRO. Esa zona del GBA fue toda amarilla en 2015.

La relación entre Alberto Fernández y Guillermo Montenegro es bastante sólida, y ahora el hombre del PRO seguiría los pasos del mandatario nacional: por estas horas está dispuesto a sumarse como docente en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Las coincidencias con Alberto son más que llamativas si las pensamos en términos políticos-partidarios, pero de hecho planea ejercer como docente universitario dictando la misma cátedra que el primer mandatario. También es cierto que se conocen de hace tiempo y tienen vínculo a través del Derecho: María José Labat, primera esposa de Montenegro, tenía relación con la ex ministra de Justicia y socia de Fernández, Marcela Losardo.

Todos tenían un núcleo en cuestión, que era el Estudio Righi (uno de los más prestigiosos de la Capital Federal), propiedad del ex procurador general de la Nación, Esteban Righi, quien fue despedido de su cargo por el entonces vicepresidente Amado Boudou cuando objetó su intervención en la misma causa por la cual fue condenado.

De todos modos, aunque ya había hecho aproximaciones, causó sorpresa la decisión de Montenegro, ya que no registraba antecedentes como docente pero, además, porque los problemas sociales y económicos que atraviesa el Municipio no serían suficiente impedimento como para que sume otra actividad a su agenda.

Por otra parte, hay quienes ven como positivo el paso del jefe comunal hacia la docencia, ya que podría aplicar sus conocimientos en la materia: recordemos que fue juez nacional de Primera Instancia, fiscal federal y ministro de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.

No obstante, hay quienes observan en su acercamiento al claustro universitario una nueva oportunidad para seguir construyendo poder en la ciudad, donde hasta meses antes de candidatearse a intendente era poco más que un desconocido.

El ámbito de la Universidad es un buen espacio para ganar territorialidad para el PRO, en un espacio donde se cocinan algunos asuntos vinculados con el poder político. 

Además podría consolidar su arraigo marplatense, ya que llegó nuevamente a la ciudad para convertirse en intendente, fruto de su deseo y la necesidad de MEV quien en 4 años encontró poco para rescatar en el PRO marplatense. 

Lo poco existente estaba lejos de dar el perfil mínimo o no era del paladar de la ex gobernadora, que ha elegido el silencio político, casi como indiferente aunque ya advirtió Patricia Bullrich “Es una pieza muy importante y ella tiene que tomar una decisión, pero un partido no espera la decisión de alguien, sino que un partido avanza”, según la explicación de la presidente del PRO.

Aunque los especialistas en claustros universitarios, indican que se prefiere a quienes hayan ejercido en el foro local, egresados de la propia facultad y los valores académicos que reciben en la alta casa de estudios de la UNMDP.