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Miles de peregrinos disfrutaron y agradecieron a San Cayetano

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Como todos los años, miles de fieles se acercaron al santuario de San Cayetano, ubicado en Moreno 6776, para venerar al patrono del pan y del trabajo. Durante todo el día, hubo sacerdotes bendiciendo espigas, y también se formaron extensas colas para “saludar” a San Cayetano. La misa central estuvo presidida por el presbítero Gabriel Mestre, vicario de la diócesis, ya que el obispo de Mar del Plata debió ausentarse por compromisos impostergables. “Sé que en nuestra región hay mucha demanda de trabajo y que en la mesa de muchos escasea el pan. Sé que hay hogares y niños en situación de riesgo. Sé también que el trabajo dignifica y que ustedes no vienen a pedir regalos sino poder trabajar para llevar una vida digna”, manifestó monseñor Antonio Marino en un mensaje que dejó a los fieles.

“Ante la imposibilidad de asistir este año a esa gran manifestación popular de fe con ocasión de la fiesta de San Cayetano, les envío este breve mensaje para hacerme espiritualmente presente junto a ustedes. El corazón de un pastor se alegra siempre en contacto con el Pueblo de Dios que le han confiado, principalmente en estas ocasiones, en las cuales la fe se manifiesta de manera pública y comunitaria. San Cayetano es modelo de la confianza en la Providencia de Dios, que cuida con amor de sus hijos que acuden a Él, y por eso mismo es invocado como patrono del pan y del trabajo”, expresó Marino en el mensaje que fue leído por Mestre al iniciar la celebración.

“Como Obispo me uno a ustedes en la oración por sus numerosas necesidades. Sé que en nuestra región hay mucha demanda de trabajo y que en la mesa de muchos escasea el pan. Sé que hay hogares y niños en situación de riesgo. Sé también que el trabajo dignifica y que ustedes no vienen a pedir regalos sino poder trabajar para llevar una vida digna. Por eso aplaudo a esta hermosa multitud que viene no sólo a rogar por las cosas materiales necesarias, sino también a agradecer y a implorar el tesoro mayor de una fe inquebrantable que da fuerzas para seguir luchando. El santuario de San Cayetano ayuda además a crear una cultura de la solidaridad y del encuentro. También en la oración nos abrimos a las necesidades de los demás”, destacó el obispo.

Para finalizar su mensaje, el pastor de la Iglesia católica, denunció, “la falta crónica de puestos de trabajo dignamente remunerado y las peculiares y dramáticas condiciones por las que ha pasado y sigue pasando nuestro país, han hecho que muchos hermanos y hermanas nuestros, que buscan ganar honestamente su sustento para sí mismos y para sus familias, acudan a su fe religiosa para encontrar sostén y fortaleza. Con la confianza puesta en Dios y la voluntad firme de hacer lo que está de nuestra parte, saldremos adelante una vez más”.

El presbítero Gabriel Mestre, durante su homilía, remarcó, “San Cayetano es modelo y es intercesor ante  Dios en esto que todos los años pedimos y rogamos a Dios por su intercesión, paz pan y trabajo. Eso te volvemos a pedir Jesús. Paz, pan y trabajo. Pero a la vez Jesús que te lo pedimos, también nos comprometemos desde nuestro lugar para ser constructores de paz, pan y trabajo”.

La eucaristía, estuvo concelebrada por el párroco del santuario, Juan Pablo Cayrol, que con alegría invitó a todos los presentes a rezar por los enfermos, y por aquellos familiares o personas recientemente fallecidas. También se hicieron presentes sacerdotes de distintas parroquias de la ciudad durante la misa y toda la jornada, recibiendo a los peregrinos, bendiciendo las espigas y confesando a los que aprovecharon la ocasión.

Foto: El Retrato

 

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