Lo aseguró el Consejero Escolar Sebastián Sirochinsky, debido a la problemática con las escuelas marplatenses que se torna interminable. A la falta de seguridad en la mayoría de ellas, se le suma la escasa capacidad de gestión Provincial, ya que 21 establecimientos educativos de la ciudad no cuentan con la calefacción correspondiente y en algunos colegios el ciclo escolar se lleva a cabo por turnos, ya que el frío acecha desde hace tiempo a Mar del Plata.
“Estamos esperando que la empresa Camuzzi lleve adelante las inspecciones en 21 establecimientos, de los cuales estarían hechas las obras. Una vez que esto se produzca, sería inmediato la restitución de los medidores y por ende del sistema de gas”, aclaró en Consejero Escolar Sebastián Sirochinsky.
Por su parte el funcionario hizo mención a otra institución de la ciudad que se encuentra muy complicada a la hora cumplir con los horarios habituales del ciclo lectivo, “en los que respecta a la Escuela 10 hay una variable que va a demorar unos días más por el retiro del medidor, ya que había sido un problema de un mechero en la caldera, que Camuzzi consideró que había que cambiarlo y cuando se estaba haciendo el plano final surgió un inconvenientes que estará solucionado en las próximas horas”.
Asimismo, Sirochinsky aseguró que “la inspección de las 20 escuelas ya se tendrían que haber hecho hace varios días, pero ellos (por Camuzzi) dicen que están saturados y por eso no dan abasto, pero por ahora estamos a la espera”.
Finalmente el Consejero Escolar concluyó que “Camuzzi tiene una respuesta en la inspección y retiro y no para reponer el medidor, pero eso es una cuestión interna de la empresa”.
Camuzzi se está comportando con un revanchismo indignante. No le perdona a Mar del Plata el amparo judicial que le prohíbe aplicar las salvajes tarifas por su provisión de gas domiciliario.
Este problema en las escuelas lo están viviendo vecinos de todos los barrios, además de los 54 edificios de departamentos que ya todos conocemos.
La empresa retira el medidor aún en los casos en que la instalación es de una robustez que garantiza la máxima seguridad, con la excusa de que “es vieja”.
Los usuarios piden préstamos bancarios, venden objetos de su propiedad y se endeudan para pagar los nuevos caños, que no son una maravilla y hay que cambiarlos dentro de 10 años.
Luego deben pagar fortunas por los malditos planos, que siempre están a cargo de un mismo grupo de profesionales.
Cumplidos todos los requisitos, los usuarios tienen que esperar varios meses para que la empresa se digne a restituir el medidor.
Sobre este tema hay numerosos reclamos a nivel judicial. Y siempre responden lo mismo: no tenemos tiempo, no hay personal suficiente, etc. etc.
Sí… Camuzzi odia a Mar del Plata y a los marplatenses.