Uno de los ejes centrales de la clase magistral de la vicepresidenta Cristina Kirchner en La Plata fue polarizar con las ideas de Javier Milei. A lo largo de su presentación, cargó contra el “discípulo con más pelo” de Domingo Felipe Cavallo y dedicó varios minutos a desarmar la posibilidad de dolarizar la economía: “es peor que la convertibilidad” sentenció.
La alocución significó un giro discursivo de CFK. En vez de focalizar en la herencia recibida de la gestión de Mauricio Macri, prefirió hablar de un país cíclico sumergido en la misma discusión de hace 20 años comparable a lo vivido tras la crisis del 2001. Esa asociación, no solo sirvió para correr de escena y descolocar a Juntos por el Cambio; también le permitió introducir el concepto de una suerte de remake del “que se vayan todos”. A partir de la construcción de ese escenario, explicó la irrupción de Javier Milei como la figura que puede capitalizar parcialmente el voto bronca (junto con el aumento del ausentismo).
Desde allí, la principal figura política del peronismo actual analizó las experiencias de los países que optaron por la dolarización y sus efectos negativos para la disminución de los procesos inflacionarios y las condiciones del acuerdo con el FMI que maniataron el margen de acción de la gestión de Alberto Fernández y que intenta desenredar Sergio Massa.
¿Pero cómo reaccionar los liberales? El primero en recoger el guante fue el propio Javier Milei. Afirmó que fue la propia Cristina Kirchner la que se autopercibió como parte de “la casta” al “hacerse cargo de una canción nuestra que canta ‘La casta tiene miedo’. Mientras decía que no tenía miedo, daba la sensación de que estaba aterrada” consideró.
“No nos mueve la aguja” afirman los libertarios
Más allá de la verborragia del propio Javier Milei, quienes trabajan en la ingeniería electoral de Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires le bajaron el precio a la estrategia de polarización utilizada por el kirchnerismo: “Cuando se bajaron Macri, Alberto y esto que pasó ayer con Cristina no nos mueve la aguja” resumieron ante la consulta de Infocielo.
En esa línea, un dirigente cercano a Javier Milei aseguró que los dichos de la vicepresidenta “no nos van a hacer cambiar la estrategia o nuestras acciones” subrayó.
“Entendemos que intenta generar una polarización y quiere confrontar con Javier pero quizás significa que estamos mejor de lo que dicen que estamos” advirtió.
Es que el crecimiento de Javier Milei en las encuestas es seguido con preocupación por las dos principales coaliciones políticas. En especial, advierten un aumento de su popularidad en ciudades de la primera y tercera sección que podrían complicar las posibilidades de ambas fuerzas hegemónicas.
A varios meses de las PASO, está claro que el factor Milei dejó de ser una expresión marginal y será una variable de peso en la pelea por acceder al poder.
