Ciudad, Información General

Las P.A.S.O. y los trabajadores policiales

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A muy pocos días de que realicen en nuestro país las elecciones primarias, abiertas, simultaneas y obligatorias previstas por la Ley para la renovación de bancas legislativas una cosa ha quedado más que clara escuchando y viendo las propuestas que a través de los medios de información nos hicieran llegar a los ciudadanos de a pie los distintos candidatos que en representación de las agrupaciones políticas a las que pertenecen mediante el cansador bombardeo por los medios masivos de información: no es al parecer el objetivo de ninguna de ellas, en caso de resultar electos sus candidatos preocuparse por el más que actual tema de la seguridad pública, que como nadie ignora, se ha convertido en la primera preocupación de los argentinos.

Más allá de alguna mención al pasar del título en general de dicho tema como para dar a entender de que si les preocupa, poco o mejor dicho nada se ha propuesto en los miles de minutos de publicidad que aguantamos en estos días y menos aún de la parte primordial que cualquier especialista en el tema conoce como de tratamiento y resolución necesaria para comenzar a hablar de esta peliaguda cuestión que lleva muchos, pero muchos años sin acercarse siquiera a medianamente resolverse, como lo es la atención que se debiera prestar al sector humano de los servicios policiales y de seguridad que forman parte principal y fundamental del sistema.

Lo hemos señalado muchas veces y es necesario repetirlo ahora, no se puede conformar un servicio de seguridad ciudadana eficiente si no se comienza por prestar atención al factor humano respetando en principio sus derechos, protegiendo su labor y brindándole los recursos y respaldos legales necesarios para realizar un trabajo que nadie parece darse cuenta, está constituido exclusivamente de problemas de todo tipo en el que los efectivos policiales y penitenciarios no tienen otra oportunidad que involucrarse quieran o no.

La demora de los distintos gobiernos, especialmente desde el advenimiento de la democracia a nuestro país en reconocer a los trabajadores policiales y penitenciarios uno de los derechos fundamentales que garantiza nuestra Constitución Nacional es quizás lo más evidente, sumándose la carga horaria excesiva en contraposición a lo señalado también por la legislación respectiva y precisamente en vistas de estas elecciones, la limitación en el ejercicio democrático del voto al personal policial afectado al operativo respectivo el día del sufragio ante la caprichosa disposición del Código Electoral de no permitirle votar en el lugar donde se encuentra asignado de servicio, pudiendo hacerlo solamente en la mesa donde se encuentra inscripto, y que aunque en las disposiciones pueda disponerse el relevo del efectivo, en la práctica, la falta de personal y la distancia que debe viajar el funcionario desde el lugar donde presta servicio a la mesa correspondiente hace parecer esta medida mas una burla que un beneficio. Para estas elecciones tampoco ningún partido ha hecho ningún comentario al respecto.

Cientos de miles de policías y sus grupos familiares han seguido esperanzados desde hace muchos años la marcha de la democracia argentina y una vez mas parece que todo el mundo se sigue olvidando de ellos, nadie se involucra para que los derechos humanos y constitucionales le alcancen de pleno como ciudadano de primera, una vez mas defraudado por la clase política en general el trabajador policial y penitenciario no sabe a quién señalar con su voto para que lo represente, nadie se preocupa por él y por el importante trabajo que realiza, esa es la única y lamentable verdad, lo demás, como dijera hace muchos años un viejo político ya desaparecido, “es pura cháchara”.

Cosa necesaria de recalcar para evitar las sabidas excusas que siempre se esgrimen para negar el derecho sindical a los policías, es que nosotros, los policías, no pretendemos ejercer ese derecho y constituir sindicatos reconocidos para salvaguardar a los corruptos que puedan encontrarse en nuestras filas, no somos políticos que en general nos han dado muestras repetidas veces de sus inclinaciones corporativistas, somos solamente empleados de las provincias y aunque muchos lo crean raro consideramos que deberían protegernos las garantías que nuestros sabios constitucionalistas incluyeron en nuestra Carta Magna.

APROPOBA, 7 de agosto de 2017.

MIGUEL ÁNGEL REYNOSO

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