Que la noticia no tape la historia”, dijo Marcelo Gallardo para responder a un pésimo momento del equipo en la previa a la Supercopa que River le ganaría a Boca en Mendoza. Y así empezó a armarse el 2018 eterno. Esta vez, la noticia está haciendo la historia, y está dando señales alarmantes.
Quienes definen el día a día en Núñez afirmaron tras la derrota ante Riestra lo mismo que dijeron en las eliminaciones contra Boca y Temperley: “Lo vamos a sacar adelante”. ¿Hay argumentos?
El balance del primer semestre de River es malo. Si bien hubo algunas señales positivas, como los niveles de Paulo Díaz, Borja y algo de Armani, algunos pocos partidos buenos, terminar primero en la Copa Libertadores y el récord histórico de victorias como local; también hubo papelones y rendimientos poco serios como visitante, un juego decreciente y miradas de reojo permanente para un técnico silbado por varios en el Monumental.
Para lo que viene será fundamental tener acción y no reacción, o sea, anticiparse a lo que todos creen que este plantel necesita pero no esperar a respuestas milagrosas tras gestiones eternas como pasó en enero, sino ser agresivo, mostrar presencia y planificación siendo esta la mejor manera de bancar al técnico más allá de las palabras o los gestos en la derrota.
Otro de los objetivos es recuperar el hambre, esa sensación que pareció perderse en varias oportunidades durante la primera parte del 2024 y que llevaba a River a ser un rival al que nadie quería enfrentar, siendo hoy el equipo con el que todos quieren jugar cuando están en baja. Eso no debe pasar y pasa, pasa cada vez más seguido…
Lo que viene es un receso oportuno (porque hubiese sido mucho peor jugar en una semana con Lanús en el Monumental y bancarse el clima que cada vez parece más pesado), lavado de cabeza, llegada de refuerzos, pretemporada, asumir errores para no repetirlos y mucho pero mucho por trabajar para evitar un mal paso en Copa Libertadores, lo que ya es un secreto a voces que sería determinante para el futuro de Demichelis.
Se fue una primera parte del año peor de lo esperado y sensaciones extrañas. La duda a develarse en estas semanas empieza a tener respuesta en la planificación para lo que viene. ¿Alcanzará para que el final de la historia sea más importante que la noticia?
