Si los empresarios gastronómicos esperaban la temporada para recuperar lo perdido durante la extensa cuarentena, la situación durante las primeras semanas de enero mejoró un poco pero no alcanza a las expectativas generadas. Uno de los elementos que atenta, aseguran desde el sector, es la no apertura de los hoteles gremiales.
La mayoría de los comensales que asisten a los restaurantes del centro provienen de los hoteles sindicales, que en su gran mayoría no han abierto este verano. La ausencia de ese público es decididamente impactante para los números que manejan los empresarios de la gastronomía.
Desde la Unión de Trabajadores Hoteleros Gastronómicos de Argentina (UTHGRA) indicaron que la falta de este turismo sumado a las restricciones horarias a la nocturnidad, son los dos factores principales que atentan contra el buen rendimiento de la actividad. Sobre todo de aquellos locales que no pertenecen a grandes empresas o cadenas, que se han visto más perjudicados.
La situación es crítica, sobre todo sobre la calle Belgrano, que es donde está apostada la mayoría de los restaurantes céntricos. De todos modos la posible extensión del horario nocturno y la progresiva caída de los casos es vista como un aliciente como para que el sector pueda recuperarse.
No obstante, desde UTHGRA manifiestan que la situación es más compleja en el sector hotelero, aunque han recibido el Programa Repro, por el cual el Gobierno se ha hecho cargo de una parte del sueldo de los trabajadores.
