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La elección de Kicillof fue clave para el triunfo de Massa y para los intendentes del PJ

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Los encuestadores aseguran que la categoría ‘gobernador’ es la que menos tracciona en las boletas de los frentes electorales. Sostienen que el votante elige en función de los extremos, es decir del candidato a presidente o del candidato al municipio. Y remarcan que el medio de la boleta no influye al momento de elegir.

Esta elección rompe con esa premisa. En 48 distritos el gobernador sacó más votos que los intendentes y en 130 municipios consiguió más votos que el candidato a presidente.

Hubo territorios donde la perfomance de Kicillof superó a sus rivales, pero también la elección que hicieron quienes lo acompañaban en la boleta de Unión por la Patria.

En Merlo, Kicillof sacó el 53,5% duplicando los votos de Carolina Piparo que quedó en segundo lugar con 24,8%. El candidato del PRO, Néstor Grindetti, quedó aún más lejos con 16,8% de los votos. Sin embargo, Gustavo Menéndez sacó diez puntos menos que Kicillof: 43,2%.

En Lomas, Federico Otermin alcanzó 49,8% duplicando los votos de Guillermo Viñuales (PRO). Pero el gobernador sacó 8.000 votos más que el propio candidato a intendente.

En José C. Paz, Mario Ishii sacó casi el 53%, pero el gobernador superó incluso los votos del histórico mandamás del conurbano. En La Matanza, Kicillof tuvo casi 18.000 votos más que Espinoza.

En José C. Paz, Mario Ishii sacó 85.132 votos (casi el 53%), pero el gobernador superó incluso los votos del histórico mandamás de uno de los distritos más postergados del conurbano. En La Matanza, Kicillof tuvo casi 18.000 votos más que Fernando Espinoza.

En Casa de Gobierno observan los números asombrados. Nadie en el entorno del gobernador esperaba los resultados que tuvieron el domingo.

Históricamente, eran los intendentes quienes controlaban el poder en sus territorios y los que terminaban ayudando al gobernador. Esa premisa definía muchas veces los acuerdos en la previa electoral.

El juego de los jefes municipales siempre fue el de controlar un corte en su favor, para demostrar que ellos tenían el poder electoral en los territorios. Kicillof terminó con ese esquema en esta elección al quedar por encima de muchos intendentes del conurbano.

Esa comparativa seguramente tendrá peso en la constante negociación entre el gobernador y los intendentes. Incluso, probablemente influya en el armado del nuevo gabinete donde Kicillof cedió ministerios importantes para los intendentes tras la mala elección en la PASO de 2021.

Kicillof ganó incluso en algunos distritos donde los candidatos de Unión por la Patria cayeron derrotados. En Mar del Plata, se impuso el gobernador a pesar de que Fernanda Raverta no pudo con Guillermo Montenegro.

Lo mismo ocurrió en Tres de Febrero Kicillof le sacó casi 10 puntos a Grindetti a pesar de que Diego Valenzuela pudo retener el distrito frente al camporista Agustín Debandi.

Existe otro dato que también resulta relevante y tiene que ver con la consolidación del voto de Kicillof. En la elección general de 2019 fue electo con el 52% de los votos, un porcentaje que parecía que iba a ser inalcanzable en esta elección. En La Plata sabían que ganaban por un voto e incluso esperaban llegar a los 38 puntos toda vez ese porcentaje los dejaba a las puertas del segundo mandato.

Sin embargo, Kicillof llegó casi al 45% tras una gestión compleja a nivel nacional y una economía que impacta fuerte en los sectores más humildes del conurbano. A eso se le suma otra variable: los 24 puntos de los libertarios que atravesaron todas las fuerzas políticas.

Cristian Lora

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