Precarias fincas, algunas literalmente inundadas, son custodiadas por sus propietarios que temen por futuros saqueos. El dramatismo de la lluvia hostiga permanentemente a los moradores que no quieren abandonar sus modestas propiedades por temor a perder lo poco que tienen.
El agua afecta a más de una docena de barrios en la ciudad pero los atracos están a la hora del día. Es por esto que los dueños de las fincas no quieren abandonar sus casas, por más que la baja temperatura reinante obligue a la mayoría a retirarse a lugares secos y bajo techo.
En horas de la madrugada se cometieron varios delitos no solo en viviendas abandonadas producto de la lluvia, sino también en galpones y comercios que se vieron afectados por el agua.
Según pudo confirmar este portal, los 126 mm de lluvia que cayeron desde el día viernes hasta el mediodía de este lunes, complicaron la situación en algunos barrios.
Inclusive dos escuelas fueron víctimas de la delincuencia por este motivo. Se estima que los alumnos de varios establecimientos educativos, se perderán toda la semana de clases, debido a su marcado deterioro edilicio.
