Más de 5000 personas se dieron cita el domingo en el Homenaje a la Mae Iemanjá, celebración que desde hace 28 años organiza el director del Centro de Estudios Africanistas Reino de Iemanjá Bomí, babalorixá Hugo Watenberg.
En efecto, la playa Popular de Mar del Plata volvió a vestirse de blanco, como en las orillas de Bahía de San Salvador, para honrar a Iemanjá, orixá de las aguas, patrona de los pescadores, protectora de las familias y dadora de abundancia.
En un festejo que contó con la tradicional Procesión, Roda, toque de batuque, danzas y entrega de numerosas barcas al mar -uno de los momentos más emotivos y significativos, ya que en esas embarcaciones parten las ofrendas y los miles de pedidos- los concurrentes, fieles y espectadores, vivieron un ritual que ya es parte del atractivo cultural de esta ciudad.
Entre los asistentes, el antropólogo Alejandro Frigerio, que participó por segunda vez de este encuentro en Mar del Plata, destacó “la importancia, no sólo religiosa, sino a nivel del ejercicio del debido respeto a la diversidad cultural y a los derechos humanos, puesta de manifiesto en una fiesta que pone su acento en una fuerte identidad, la africana, y que desde ese origen rinde culto a la inclusión y la comunión entre todos los pueblos.”
Por su parte, el babalorixá Hugo Watemberg, organizador desde hace casi 3 décadas de esta ceremonia, agradeció “la respuesta de la comunidad toda y de las autoridades de Mar del Plata, que año tras año demuestran, afortunadamente, que estamos lejos de aquellos tiempos oscuros en los que la ignorancia y la xenofobia empobrecían la mente y el corazón de las personas. Hoy en día, todos los cultos tienen su debido lugar y todas las manifestaciones culturales pueden ofrecer su expresión, y eso habla a las claras de convivencia e integración, indispensables para el crecimiento de los pueblos”.
Con adhesiones de personalidades e instituciones gubernamentales y culturales de la ciudad y la Provincia, este festejo, que cuenta con las declaraciones de Turístico y Cultural de la Municipalidad de Gral. Pueyrredón y de Interés Turístico de la Provincia de Buenos Aires, finalizó con aplausos, fuegos de artificio y la evidente emoción de una multitud que dijo “presente” a la espiritualidad, el respeto y la confraternidad.