Sobran las palabras y abundan los elogios. Ganó el mejor, el más parejo, el que arriesgó de cara a una temporada con rivales consagrados. Con gol del volante Joel Amoroso, que quedará para la historia del fútbol marplatense, el humilde Unión derrotó por tercera vez en la temporada a Talleres de Córdoba en Junín, y de esta manera logró el ansiado ascenso al Nacional B.
Unión empezó el partido pensando en el ascenso. En los primeros minutos ya había tenido una jugada profunda de Nicolás Castro que en el centro atrás encontró primero a Federico Costa antes que Albarracín y Amoroso que se relamían.
El “Celeste” estaba muy bien, tenía muy metidos a Nicolás Ramírez y Joel Amoroso para desequilibrar. A los 11 minutos, el propio Ramírez estrelló un balón en el palo y no llegó al rebote para sentenciar a Costa; sin embargo no se podía confiar porque en la contra un tiro de Barrionuevo se fue cerquita.
Era un partido de ida y vuelta donde cualquiera podía golpear. Nuevamente Ezequiel Barrionuevo ensayó una volea desde casi la media luna que Ángel Pedroso sacó al córner. Promediando la etapa, el que había estado en duda por un dolor en el hombro demostró que estaba bien. Joel Amoroso, el que Gustavo Noto había dicho a inicio del año que le faltaba sumar el gol, metió su cuarto tanto del año ante Talleres con una soberbia definición en 22 minutos. El sueño se empezaba a cumplir.
Los tiempos los manejaba el equipo marplatense que seguía muy concentrado y trataba de aprovechar las situaciones que se presentaban porque la diferencia era exigua. Wilson Albarracín se sacó de encima la marca en una baldosa cuando reloj llegaba a los 33 minutos y luego probó de lejos, pero el balón se fue un poco desviado.
El “celeste” jugó un primer tiempo bárbaro e incluso se merecía ir al descanso con una diferencia mayor porque Costa sacó un tiro libre con los puños que tenía destino de gol. Una vez más, Unión sorprendía a Talleres y le hacía un partidazo. Wilson Albarracín tuvo la última de la primera parte con un mano a mano que definió con un remate bajo a las manos de Costa.
El complemento fue una continuidad del primero porque Unión siguió fiel a su estilo con el ataque como un estandarte y con el sacrificio constante de sus 11 jugadores con ganas de marcar la historia. Wilson Albarracín tuvo la oportunidad de ampliar la cuenta, pero se encontró otra vez con Costa que hasta el momento era una de las figuras de la cancha.
El juego estaba parejo pero con un gran trabajo de Albarracín, con las bandas bien cubiertas trataba de definir el juego. Julio Mozzo, el calvo e interesante jugador de la “T” tuvo la posibilidad de empatar, pero su tiro fue a las manos de Pedroso. El arquero de Unión empezó a tener más protagonismo y eso era una mala noticia para el elenco de Noto, aunque también era lógico porque Talleres se venía en búsqueda del empate.
El autor del gol, Joel Amoroso estaba muy cansado, había jugado un gran partido pero no podía darse el lujo Noto de tener un jugador en cancha que no estaba al 100% y por eso puso en cancha a Peirone para que Manzoco pase a línea de volantes. El equipo de Ángel Guillermo Hoyos había mejorado e incluso Victorio Ramis encontró un centro sólo, pero su cabezazo se fue apenas desviado.
El partido lo ganaba Unión, pero los cordobeses estaban empujando desde adentro de la cancha con su juego y desde afuera el público enloquecía. A pesar de ello no podían con el temple del conjunto marplatense que defendía con uñas y dientes lo que había logrado en el primer tiempo.
Era difícil contener a Talleres que estaba jugado al ataque y Unión trataba de aguantar con las armas que podía. Marcos Godoy a los 34 minutos tuvo una posibilidad clara de empatar pero el ángulo salvó al arco de Peirone y los “celestes” podían respirar. Inmediatamente después se dieron dos jugadas consecutivas que podrían haber sido gol. Primero Alesandroni salvó una mala salida de Pedroso y después, el propio arquero sacó la pelota por arriba del travesaño.
Gustavo Noto sabía que tendrían que pasar por esta situación también y era mérito del equipo de Mar del Plata defenderse del asedio “tallarín”. Martín Quiles, con el taco salvó una situación que estaba destinada a ser el empate y en la contra, sólo Nahuel Santos casi convierte el segundo y liquida la noche. El tiro de Nahuel Santos se estrelló en el palo de Federico Costa para sumarle aún más dramatismo a la lucha por el ascenso.
El club de barrio que llega a lo más alto, como en cualquier historia de película tuvo su épica, tuvo su apasionante final y el premio llegó para el que hizo las cosas bien durante todo el año. Porque empezó a trabajar antes que nadie, porque estuvo organizado desde un primer momento, porque tiene un cuerpo técnico que trabaja a destajo, porque cuenta con un plantel rico en juventud, calidad y entrega. Porque lo mereció durante todo el año, hoy Unión de Mar del Plata es de la Primera B Nacional.
Casi como un mensaje de vida, quizás como un ejemplo a seguir aunque suene demasiado ostentoso; el que trabaja tiene su premio, el que elige el orden encuentra sus frutos, el ascenso es una causalidad, nada de casualidad. Unión de Mar del Plata es de la B Nacional.
Gentileza: Marca Deportiva
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Foto: sitioandino
