Se ha naturalizado que los revoltosos, los vándalos, quienes obstruyen y destruyen la vía pública, los piqueteros etc. alteren el comportamiento en calles, plazas, paseos, establecimientos de educación etc.
Se ha naturalizado, y hasta se festeja, cuando la policía se repliega, ante las agresiones de quienes ostentan la toma de los espacios públicos. Lo que ocurrió ayer Núñez tiene otra envergadura, por la propia entidad que despiertan River y Boca, que trascienden a todo el espectro, simplemente por todo lo que mueven.
No fue lo más grave, de lo que ocurre por estos últimos meses en el país. Lamentablemente, lo ocurrido en All Boys con hinchas de ese club en Floresta, haciendo retroceder a varios patrulleros, fue mucho más grave que la lesión ocular de Pablo Pérez y los vidrios rotos del ómnibus de Boca Juniors, con la mayor de las consideraciones a lo sucedido.
Claro la repercusión es distinta. Ahora Argentina se cobró el target internacional, el papelón es mundial. No es lo mismo, que miles de marplatenses no puedan entrar a su palacio municipal desde hace tres años, y que la circulación por el lugar se haya convertido en un calvario
Hay que contextualizar la situación de calle que se vive en el país. Lo que pasó en el Monumental y sus alrededores es sólo un reflejo. Lo más natural y normal es que se vivan esta clase de episodios. No debe extrañar que hoy la sociedad esté más sacudida, porque se trataba de una definición entre los dos clubes más importantes de Argentina, en el más histórico de sus clásicos enfrentamientos.
Hay demasiada gente en este país, que vive de provocar hechos de estas características en la vía pública y las coordenadas no fallan, son los mismos procedimientos, los mismos protagonistas, los mismos objetivos. Estos comportamientos no resultan casuales ni surgen por generación espontánea. Hay una predisposición a ejecutarlos.
Así es como actúan los sindicalistas con los paros salvajes, que dejan miles de personas varadas en los aeropuertos, sin atención bancaria en entidades públicas que atienden el 100 % de gente con planes sociales, y que necesita acceder a módicas sumas de dinero, con aulas cerradas y padres rehenes, que deben aceptar cómo sus hijos pierden 30 días de clases sobre 150 de ciclo lectivo.
¿Quién es el presidente de AFA? El “Chiqui” Tapia, presidente del CEAMSE y el yerno de Hugo Moyano. Es como una representación de la violencia, de la extorsión, del uso de la fuerza como método coercitivo. La conducta del apriete que se ha institucionalizado con complicidad de la política, que retrae a las fuerzas del orden y condiciona a la justicia. Es la política que se entrega con su demagogia a esta cultura, a la cual se han contraído en instalar. No se puede esperar otra cosa.
Y no se trata de izquierda o de derecha. Simplemente de respeto. La ecuación no es tan complicada, sólo falta hacerla cumplir. Pero de raíz, no se puede fallar desde la cumbre ecuménica de nuestra religión: y no sólo se reduce a la expresión “Hagan Lío …”, o la pretensión papal sobre la Iglesia Católica de salir a la calle, el drama es cómo y desde dónde se comunica, y en el contexto que cada uno luego lo ubica y lo interpreta.
Los barrabravas son quienes manejan los clubes. Tienen a su cargo la sobreventa de entradas, localidades que exceden varias veces la capacidad de los estadios. Es una recaudación en negro, entradas que no se registran en los clubes ni en los organismos de control. Es plata que no se rinde. ¿Cómo aparecen a la venta, cómo ingresan a los estadios, quién los controla, cómo evaden sucesivos retenes policiales?
Los excesos de la utilización de la fuerza pública, provocan una condena automática, hasta con el “gata florismo” de los periodistas. La palabra represión se ha convertido en un sinónimo sinfín, se horrorizan, pero corren por el mismo sentido.
Existen también, provocaciones y violaciones a los derechos de quiénes sostienen este sistema, que no obstante son vulnerados con facilidad. Hay una indulgencia para quienes viven de los desmanes, de los vándalos y otras manifestaciones de contravención y delitos.
Hay focos que están debidamente identificados, que cuentan con protección política, hay operaciones que se programan con objetivos que tienen como finalidad la desestabilización.
Los estragos del tráfico y comercialización de drogas prohibidas, encubren delitos mayormente desconocidos por la población, sin embargo avanzan con casos atroces de asesinatos y violaciones.
Hay una clara intencionalidad que es usada políticamente, para instalar que es esto lo que ofrece el gobierno, cuando en realidad lo que está haciendo es quedar mal, y se transforma en un híbrido que no conforma a nadie ni a quienes lo votaron ni a quienes no lo votaron.
Jorge Elías Gómez
Existe una profesionalización del disturbio como método para distintos fines. El Estado, el único que detenta el uso de la fuerza legítima para prevenir y reprimir no se encuentra capacitado para hacer frente a este fenómeno que se viene dando en el país. A tomar nota.
Y la renuncia del jefe del operativo para cuando ?
El Papa y sus bolufrases.
Entre otras cosas…mensajes como esos también ayudan a la violencia generalizada…
MDPHOY alimentando la grieta.