Alvarado volvió a sacar chapa en condición de visitante, en la casa del puntero de la Zona 1, en un lugar que le sienta muy bien, porque allí consiguió el ascenso en 2012, y porque se repuso a la remontada que había mostrado Deportivo Roca y lo llevó del 0-2 al 2-2 en sólo cuatro minutos. Pero el “torito” se tenía preparada una sorpresa, cuando el conjunto de Duilio Botella ya firmaba el empate, a los 49’, el ingresado Brian Cortadi sacó un zurdazo bárbaro que se clavó contra el caño de Crespo y desató la fiesta de Matadero en Río Negro.
El comienzo de Alvarado fue una tromba, salió decidido a sorprender al local y antes de los 10 segundos casi lo logra con una buena llegada de Laureano Tello que no le pudo dar dirección a su remate. Firme en el medio, recuperando rápido, era todo de la visita que no dejó tomar el control a Deportivo Roca y, a los 3’, metió el zarpazo. Otra vez por la derecha llegó el desnivel y el ex Cipolletti superó a Crespo para poner el 1 a 0 para el “torito”.
El conjunto de Botella trató de mantener la intensidad, pero el dueño de casa, de a poco, agarró la pelota y empezó a inclinar la cancha, sin profundidad, pero generando varias pelotas paradas cerca del área de Joaquín Pucheta que entre al arquero y la defensa pudieron desactivar. Si el equipo marplatense hubiera estado más certero en algún contra ataque, podría haber estirado la cuenta en ese tramo inicial. De todas formas, el “naranja” se adueñó de la mitad de la cancha y a partir de ahí buscó avanzar, sin demasiadas ideas ni profundidad.
La posesión de pelota no lo hacía mejor a Roca, pero sí más peligroso, porque jugaba cada vez más cerca del área de Pucheta. Y aunque no podía entrar con juego combinado, con un disparo de Castro primero y otro de Volken después, llevó zozobra al arco marplatense. El local se repetía en centros que favorecían al trabajo del arquero y los centrales albiazules, que no pasaban mayores problemas.
A Diego Landeiro no le gustó nada el primer tiempo, por eso metió mano y salió con dos cambios al complemento Fernando Fernández y Juan Vázquez ingresaron por Cifuentes y Prioreschi, pero no alcanzaron a meterse en partido, que Facundo Crespo ya estaba sacando la pelota del fondo del arco. Antes del minuto, Fabián Castillo ganó por afuera y sacó un centro bárbaro que, por centímetros, no alcanzó a aprovechar Leonardo Roda por el medio. A los 3’, el número de la suerte para Alvarado y Laureano Tello, el batanense apareció en segunda instancia para sellar el 2 a 0 y asestar un nuevo golpe al local.
Con la diferencia de dos, el “torito” se aplomó aún más y pasó menos sobresaltos aún que en la etapa inicial. Porque la desesperación de Roca no fue buena compañera y la tranquilidad de los marplatenses le dio seguridad y posibilidades para liquidar de contra ataque. El local tenía la pelota pero sin profundidad, no complicaba a una defensa que se mostró impasable en el juego aéreo y bien cerrado cuando la quisieron encarar por abajo. La únicas chances de los de Landeiro llegaban a través de pelotas paradas y, por esa vía, llegó el descuento. El tercer córner consecutivo a los 28’, Fernando Fernández capturó un rebote y sentenció el 1-2 que le ponía dramatismo al final.
Alvarado sintió el desgaste y no podía aguantar los embates del “naranja” que siguió presionando e inclinando la cancha hacia el arco de Pucheta. Y cuatro minutos después del descuento, a los 32’, Guillermo Aguirre llegó para empujar al gol, igualar el partido y asestar un baldazo de agua fría, porque el “torito” tenía todo controlado y en un ratito se le iba por la borda.
El partido se quebró. Porque Deportivo Roca iba por todo y Alvarado reaccionó para quedarse con los tres puntos y tuvo el tercero en los pies de Ramiro Rodríguez Rendón primero y Fabián Castillo después, pero uno la tiró muy arriba y el otro, desacomodado, terminó rematando a las manos de Crespo. Fernández, verdugo en el Minella y autor del descuento en el Maiolino, casi desnivela para el local con un gran tiro libre que se perdió apenas afuera. El corazón de los marplatenses se paró cuando Aguirre, otra vez, superaba a Pucheta, pero Sergio Testa, atento, invalidó la acción por mano del hombre de Roca.
Sergio Testa adicionó 5’ y todo era dramatismo en el Maiolino. El “torito”, resignado, se aferró aunque sea a traerse un punto para que el golpe no sea tan grande. Lo que nadie se esperaba, era la última que se tenía preparada el conjunto de Duilio Botella. A los 49’, cuando el partido se moría, Brian Cortadi desenfundó un zurdazo bárbaro, perfecto, que se clavó al lado del palo de Crespo y desató la locura de toda la delegación en Río Negro.
El final fue a pura entrega. Ramiro Jorge desactivó el último bochazo al área marplatense y el pitazo final dio comienzo al festejo de un Alvarado que se acomodó en la tabla de posiciones, en una zona muy pareja, con nueve de los diez equipos en seis puntos, para que la ilusión se renueve más que nunca.
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