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Gestión local de la energía: Tandil un modelo a imitar

 

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Por Raúl Daniel Ciappina*

 

El municipio de Tandil inició su recorrido hacia la sostenibilidad.

La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA) informó sobre la adjudicación como proveedor de energía a favor de Usina Popular y Municipal de Tandil. Ello implica el pago de una suma por MW de energía generada de manera renovable por la empresa de economía mixta de la ciudad de Tandil.

La Planta de tratamiento permitirá la transformación de los residuos orgánicos en energía eléctrica. La tecnología TMB -tratamiento mecánico biológico- consiste en dos etapas. En la etapa mecánica se separan los distintos componentes de los residuos recogidos.

El componente orgánico se destina a la segunda etapa, la biológica. Como consecuencia del tratamiento en biodigestor junto al agregado de agua y otros aditivos se produce la reacción mediante la cual se obtiene biogás que es el insumo para la generación de energía eléctrica.

La firma del contrato con Cammesa prevista para este año, habilitará el inicio de los procesos licitatorios. Las autoridades locales  estiman unos 20 meses para la finalización de la planta.

El camino de la sostenibilidad mencionado antes se entiende en sentido amplio: social, económica, ambiental y energética. La energía como bien social es un concepto innovador en las políticas públicas. La existencia de un marco normativo de alcance federal, condición necesaria, abre un abanico de posibilidades a proyectos de pequeña y mediana escala.

Ello no resta mérito a la gestión local. Todo lo contrario. Aceptar el desafío implica un nuevo paradigma en la matriz de desarrollo local. El impacto mediato permitirá una mejora sostenida en la gestión de residuos, la posibilidad de subproductos de valor comercial para el agro y otra industrias, la reconversión energética, la generación de “empleo verde”, mejora de la calidad de vida, introducir prácticas de economía circular, el cuidado activo del ambiente, implementar la dimensión ambiental en las prácticas educativas, desarrollo de nuevos mercados de negocios, minimizar impacto ambiental, la potencialidad de convertirse en un polo regional de tratamiento de residuos urbanos, entre otros beneficios.

 La importancia estratégica de planificar en términos de sostenibilidad permite gestionar el futuro con eje en la innovación y en el desarrollo económico local.

El futuro impone la generación de áreas metropolitanas extendidas territorialmente con políticas públicas sustentadas en Programas de intervención compartidos por gobiernos locales, orientados a diseñar e implementar soluciones globales de las ciudades. Para ello se requiere la alianza entre lo público y lo privado, las ONGs, academia y sociedad civil.

La sostenibilidad es un camino a correr que todas las comunidades organizadas deberían comenzar a transitar. Es responsabilidad de los gobiernos locales gestionar en ese sentido.

En ese recorrido la energía ocupa un lugar central. No gestionarla es toda una definición que denota, en el mejor de los casos, un desconocimiento de su valor estratégico en el desarrollo de la actividad humana.

*Ingeniero

 

 

 

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