El pasado lunes en horas de la tarde, una de las tantas reyertas que se originan en el centro de la ciudad, se suscitó dentro de un reconocido local de comidas rápidas emplazado en Diagonal Pueyrredon y Belgrano. Según información proporcionada a mdphoy.com, dos sujetos jóvenes ingresaron al lugar y reclamaron comida, asegurando que si les facilitaban la misma se retiraban sin hacer escándalo. Al recibir la negativa de la empleada que los atendió, no solo comenzaron a molestar a los comensales sino que agredieron al encargado de la seguridad golpeándolo con una silla para luego retirarse del local y comenzar a lanzar piedras destrozando los vidrios del mismo, amenazando que volverían por el destrato recibido.
El hecho no fue uno más, ya que las grescas en diferentes comercios del centro son un clásico de los fines de semana. En esta oportunidad sucedió el lunes, en una reconocida casa de comidas rápidas y ante la mirada estupefacta de muchas familias y niños, que decidieron retirarse luego de la violenta situación vivida.
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Según el relato de Gustavo, testigo presencial del hecho, dos delincuentes sin armas ingresaron al local y exigieron comida a una de las empleadas encargadas de tomar los pedidos. La trabajadora les pidió muy amablemente que se retiren y que vuelvan más tarde, debido a la cantidad de clientes que se habían dado cita en ese momento.
El malviviente comenzó a gritar y pedir dinero a los comensales mientras que su compañero decidió subir la escalera para hacer lo propio. “Parecía que dos tipos habían tomado el local, increíble”, aseguró el testigo a éste portal.
En ese ínterin el encargado de la seguridad del comercio, de manera pacífica, se acercó a uno de los sujetos exigiéndole que se retiren del comercio. Logado su cometido la discusión continuó afuera, pero su compañero aprovechó para intentar agredir con golpes de puño al personal especializado y al no poder concretarlo, tomó una silla y lo golpeó duramente. “Fue un descontrol de minutos, con chicos llorando, familias aterradas y el pobre seguridad haciendo lo que podía solo para defenderse”, aclaró Gustavo en su alocución.
Cuando la trifulca pareció calmarse, ambos delincuentes decidieron retirarse del local y a los gritos aseguraron que volverían con una banda para destrozar todo. Pero no todo terminó allí, ya que tomaron piedras y las arrojaron contra la vidriera destrozando parte de la misma.
Ambos jóvenes se dieron a la fuga sin ser alcanzados por el personal policial que se dio cita unos minutos después. “Era tal el clima y la tensión que se vivió ahí adentro que la gente se retiró del lugar aterrada y lo peor de todo es que no había un solo policía”, sentenció el testigo presencial.
O SEA LO MAS NORMAL, Y PARA QUE QUIERE PULTI EL APARATO ESE DE LA POLICIA EN EL CINCUENTENARIO , ESTO ES UNA BOLUDEZ TOTAL.