Las farmacias distribuidas a lo largo y ancho del país han permitido vacunar eficazmente a más de 720.000 pacientes contra la gripe y más de 328.000 contra la neumonía. Podemos decir que esta interacción entre las farmacias y el PAMI ha dado como resultado una acción preventiva altamente positiva contra estas dos patologías de gran incidencia en los adultos mayores.
En el ámbito de Mar del Plata se aplicaron 21.621 dosis de antigripales y 9.671 dosis de la antineumocócica. Esta actuación reafirma la importancia de la red sanitaria de farmacias marplatenses que ha beneficiado a una de las mayores poblaciones de afiliados estimada en la actualidad en más de 100.000 personas
La prevención en salud es una de las mejores herramientas de los Estados modernos como política para la salud implementada para la población en general. Y en particular para las personas más vulnerables, niños y ancianos.
Las vacunas se administran a personas sanas haciendo que el cuerpo reaccione produciendo anticuerpos que protegen al individuo que la recibe y evita la transmisión a las personas que lo rodean.
En el caso de la gripe se la aplica todos los años pues el virus va cambiando su estructura y la Organización Mundial de la Salud le sugiere a los laboratorios productores las cepas prevalentes a nivel mundial, a estas se las denomina con letras y números ej: en la pandemia del 2009 fue la cepa H1N1.
Las afecciones por el neumococo son una de las principales causas de morbi mortalidad en los adultos mayores. El 40 % de las infecciones por neumococo puede terminar en la muerte del paciente, los contagios pueden darse en cualquier época del año, pero en invierno aumenta la incidencia de la mano del virus de la gripe, ya que facilita la penetración del neumococo al organismo.
La vacuna es la medida más efectiva para prevenir, esto está demostrado con una reducción del 85 % en contagio de personas con enfermedades crónicas y reduce el 65 % de las muertes en pacientes mayores de 65 años.
El derecho a la salud es inherente a todo ser humano y comprende 4 puntos fundamentales en los cuales se basa, ellos son:
La disponibilidad de los establecimientos sanitarios suficientes, los bienes y programas de salud.
La accesibilidad que debe contemplar, sin discriminar a los pacientes, el fácil acceso físico, de forma económica y con la información necesaria.
La aceptabilidad con respecto a que sea respetuoso de la ética médica.
La calidad desde el punto de vista médico científico.
Citando la Carta de Otawa del 2006 de la OMS, “la responsabilidad de la promoción de la salud, por parte de los servicios sanitarios la comparten los individuos, los profesionales de la salud, las instituciones y los gobiernos. Todos deben trabajar competentemente por conseguir una protección de la salud.
