Política

Fanproyen y Arcuri recuerdan al general Perón a 41 años de su fallecimiento

0010961420El día gris de aquella mañana del lunes 1 de julio de 1974, presagiaba lo peor. Después de una larga enfermedad, un paro cardiorrespiratorio sucumbió no solo con la vida del general Juan Domingo Perón, sino con la miles de argentinos, que por ese entonces esperaban un milagro, pero cuyo desenlace era inevitable.

La desaparición física del líder de los trabajadores, produjo un desconcierto entre sus seguidores, que se volcaron en masa al Congreso de la Nación para despedir a uno de los máximos exponentes de la política nacional.

El candidato a primer concejal de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA) y experimentado dirigente peronista Francisco Arcuri, recordó al ex presidente: “recuerdo que una vez conocida la muerte del General Perón, la noticia trascendió todas las fronteras, como uno de los pocos hombres que estuvieron cerca de los más necesitados y sobre todo del lado de los trabajadores”. Añadiendo que “sus palabras y sus axiomas quedarán arraigados en la memoria de los argentinos por haber sido leal a la patria y a sus convicciones”.  

Por su parte el precandidato a intendente de General Pueyrredon por (UNA), Álvaro Fanproyen, señaló al respecto que “desde chico me interesó conocer la historia de mi país y Perón fue sin dudas la bandera de un movimiento que perdurará por siempre. Con objetivos muy claros que supo defender hasta con la vida, basados en la justicia social, la independencia económica y la soberanía política”.    

La historia no miente y cuenta que en el país la crisis era pavorosa por lo que después de 18 años de exilio en Madrid, y disminuido físicamente, Perón decidió volver a su lugar de origen para en 1973, ser electo presidente por tercera vez, con más del 60% de los sufragios.

Rápidamente tomó las riendas de un país desalmado y lanzó un pacto social con los máximos referentes de la época para tratar de conseguir la unidad y bienestar que el pueblo argentino merecía.

Pero no alcanzó, porque algunos no comprendieron el mensaje. La muerte de su gran amigo el sindicalista Ignacio Rucci, a manos de Montoneros, lo desmoronó emocionalmente, provocando un marcado deterioro en su salud que derivó con su muerte un año después.

Sin dudas nada volvió a ser igual. Los gobiernos pasaron y sus dirigentes quedaron olvidados ya que muchos intentaron imitarlo pero se quedaron en el camino, porque como afirmaba habitualmente en una de sus legendarias frases; Una de las cosas más difíciles en la tarea de gobernar es encontrar a los hombres con capacidad para realizarla”.

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