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EMSUR: crítica situación del ente frente a la crisis sanitaria

La recolección de residuos, su proceso de tratamiento y el sistema de recuperación de los mismos, es un mecanismo por el cual se produce la mayor transferencia de recursos públicos a manos de empresas privadas, que se profundiza en Mar del Plata, en un marco que asombra por el descontrol de las áreas inherentes al servicio.

En este contexto no resulta un dato menor, que las ofertas están bajo un régimen de cartelización, lo cual permite a las empresas la fijación de valores, debido a la falta de una competencia real en las ofertas. Es una inducción a los sobreprecios, una invitación al saqueo de los recursos públicos.

El crecimiento de la población y la diversidad de actividades, va generando paralelamente la contratación de adicionales, los cuales abultan las certificaciones mensuales de las empresas que componen el mayor grupo societario.

Desde la asunción del gobierno de Guillermo Montenegro, se ha producido una suerte de liberalización del conjunto de las operaciones, que impactan definitivamente en el equilibrio presupuestario.

“Lo único que tiene que hacer un intendente en Mar del Plata, es juntar (recaudar) el dinero para pagar la recolección de los residuos y el sueldos de los trabajadores municipales”, expresó un ex funcionario con experiencia en la administración pública. Muy simple.

La Municipalidad de General Pueyrredon, en cuestiones administrativas aunque bajo el dominio político del Intendente Municipal, tiene descentralizada las funciones de higiene de la ciudad, recolección y disposición final de los residuos, atención de los cementerios y servicios urbanos en general.

Durante el gobierno de Daniel Katz esa función estuvo a cargo de un mega ente municipal que concentraba, además de esas labores, la actividad de vialidad municipal. El recordado EMVISUR.

En la gestión de Gustavo Pulti, se crea el ENOSUR que reunía las funciones de servicios urbanos más obras públicas, integrando vialidad municipal y el servicio de alumbrado público que pasan a estar a cargo del otro nuevo Ente, el EMVIAL.

Y finalmente, en el año 2016 bajo el gobierno de Carlos Arroyo, se produce la última modificación de esta descentralización. Se crea el EMSUR con las funciones que  actualmente concentra en materia de higiene urbana.

Comprende la recolección y disposición final de residuos, atención de cementerios municipales, gestión del medio ambiente y restantes actividades de servicios urbanos en todo el partido de General Pueyrredon, pasando Obras Públicas a depender de la administración central.

Sabido es que la recolección y la disposición de residuos, para este Ente, son de las tareas más importante a nivel de la repercusión y trascendencia a los habitantes de la ciudad.

Y por ello, no puede pasar por alto cómo se dispuso la continuidad de la prestación del servicio, luego de no renovar el contrato con la empresa estatal CEAMSE, a cargo del relleno sanitario y continuar con el complejo ambiental.

La ejecución estaba en marcha desde 2018, y surgió a raíz de los incumplimientos de la empresa TECSAN (perteneciente al grupo Benito Roggio), que contratara oportunamente el ex – intendente Pulti.

A partir de lo cual, se efectuaron contrataciones directas a empresas privadas, entre ellas a CIAGESER S.A. estrechamente vinculada a la empresa  Transportes 9 de Julio S.A., que tiene a su vez la recolección de residuos en toda la ciudad.

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Pero esa firma no sólo está ahora a cargo de una parte de la disposición final de los residuos, sino que además concentra gran poder dentro del ente descentralizado. Es contratada para innumerable cantidad de obras, de manera directa por funcionarios del EMSUR, quienes al decir de habituales directivos de la empresa están sumamente comprometidos con la firma.

Los funcionarios del ente descentralizado, por un lado, aparecen comprometidos con empresas privadas, y por el otro, bajo contratos millonarios estas empresas casi monopólicas, tengan en sus manos casi exclusivamente, la totalidad de las labores municipales de recolectar basura y disponerla en el vertedero local.

En este complejo escenario, no aparece como excluyente el tratamiento de los líquidos lixiviados, a pesar de la importancia de los mismos por sus efectos negativos, que producen daños irreparables por su alta contaminación ambiental.

mdphoy.com ha intentado a través de fuentes oficiales y de la oposición obtener precisiones sobre la evolución de estos procedimientos, que evidentemente se han descalzado de un tratamiento operativo, administrativo y político, que han escapado a las normas existentes en la materia.

No han dejado de llamar la atención, el hermetismo y el desconocimiento de la situación, a través de quienes tienen la función de fiscalizar, ejercer el control y el cumplimiento que deben observarse con la rigurosidad que exige el duro momento que atraviesan los marplatenses. En el Concejo Deliberante se ha comenzado a avanzar en planteamientos y debate en las exposiciones políticas que son de su incumbencia.

Quienes han intentado ir por mayores precisiones, no han contado con acceso a la información indispensable, que tampoco surge de las habituales gacetillas de prensa que surgen como información oficial.

Jorge Elías Gómez

 

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