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Empresario asesinado: Escalofriantes detalles del hecho

 

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La investigación por el crimen de Fernando Pérez Algaba, el empresario que apareció descuartizado en Ingeniero Budge, sumó una nueva pista que podría develar la trama del escalofriante ataque.

Según informó la periodista Lorena Maciel, los investigadores accedieron a una conversación por Instagram entre el hijo de un reconocido barrabrava de Boca Juniors y el empresario de 41 años en los que se amenazan y se citan a pelear.

El trasfondo de la discusión entre ambos tiene que ver con que el hijo del hincha xeneize le habría vendido un auto de alta gama y el empresario nunca le terminó de pagar. Cuando el hombre empezó a amenazarlo para que le pague, el empresario respondió que no iba a hacerlo.

La respuesta negativa llega, según argumentó Pérez Algaba, porque el hombre que lo amenazó le habría vendido un fondo de comercio de una carnicería y tampoco le terminó de pagar. “Y tu amigo me debe dinero”, fue uno de los mensajes que mandó la víctima del crimen.

Luego de un intercambio de mensajes amenazantes, el hombre que residía en España le escribió: “Cuando vaya para la Argentina lo vamos a arreglar mano a mano”. Ese habría sido el último mensaje que intercambiaron, un tiempo antes del crimen.

Fernando Pérez Algaba había llegado a la Argentina hacía unos pocos días y tenía planeado regresar a España el pasado 19 de julio. De hecho, el alquiler de la casa que habitaba en Ituzaingó había sido por una semana.

Los investigadores ahora sospechan que Nicole Chamorro, la única detenida por el crimen, fue utilizada como señuelo para atraer a los verdaderos asesinos. La mujer trans declaró que ella el único contacto que tuvo con el empresario fue para alquilare la casa en territorio bonaerense alquiló la casa en territorio bonaerense a través de una aplicación.

Julio, una de las presuntas víctimas de las estafas, contó que le había comprado una camioneta Renault a Pérez Algaba y que él le había advertido que en dos meses se la iba a dar. Cuando pasaron los dos meses, la camioneta no apareció y el empresario estiró la demora a seis meses más.

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