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“El principal problema para los informáticos hoy, es el tema salarial”

blankManuel Alonso, Martín Najle y Mauro Giamberardino, son Ingenieros en Sistemas y además, trabajan en la conformación del novel TIT (Trabajadores Informáticos Tandil), que busca asumir la representación sindical de los más de mil quinientos empleados del sector, que hoy llevan adelante sus tareas en Tandil.

El miércoles próximo, realizarán una charla debate en el Aula Magna, para abordar “las condiciones laborales del Polo Informático” y allí aparece la primera de las cuestiones, sobre las que la construcción en el imaginario colectivo, ha creado una idea errónea…

-¿Por qué un debate sobre “condiciones laborales”? ¿Ustedes no se la pasan acostados en reposeras, jugando ping pong y tomando daikiris, como en Google?

-(Risas). Manuel Alonso: La realidad es que las condiciones son muy heterogéneas. En general, todo el sector es heterogéneo en cuanto a la calidad o la forma de cada puesto de trabajo y en cada una de las empresas. También son distintas las empresas. Hay empresas chicas, grandes, locales, multinacionales, y es muy distinto. No en todas las empresas, me animo a decir que en la mayoría, no se trabaja en las condiciones “ideales” o eso que está en el imaginario de que todos laburamos como si estuviéramos en Google o en Silicon Valley, con toboganes de colores y demás. Hay empresas donde se trabaja muy bien, muy cómodos, con buenas condiciones, tanto salariales, como beneficios o comodidades; y hay otras empresas donde no hay tantas comodidades, no hay claridad en la cuestión salarial, con mucha desigualdad. Y como la situación es tan heterogénea, es que nosotros queremos dar este debate, conversar y que todos sepamos que existen otras realidades.

-¿Es decir, que esas condiciones son un tanto caóticas?

-M.A.: Nuestra intención, a futuro, es elevar el piso de las condiciones laborales para los informáticos. Tanto en Tandil, en la región y en el país, queremos establecer un mínimo sobre cuáles son las condiciones de trabajo que toda empresa debería respetar. Y a partir de eso, si los empresarios quieren dar mejores beneficios, mejores salarios, etc., bienvenido sea.

-Si bien la de ustedes no es una carrera nueva, si es llamativo que recién ahora surgiera la necesidad de organizarse…

-M.A.: Hay cierta sorpresa. O inexperiencia, en todo caso. Pero también hay mucha aceptación de la necesidad de que exista un gremio o una representación, legal y legítima, de los trabajadores informáticos. Por supuesto hay quienes se oponen y se resisten, pero hay muchísima aceptación de que será algo bueno, porque permitiría tener reglas más claras, tener una voz con quien hablar. Es un camino nuevo, porque si bien venimos trabajamos hace varios años y la Asociación Gremial de Computación tiene casi 25 años de recorrido, sabemos que ninguna de estas organizaciones tiene todavía la personería gremial. Es decir, estamos creciendo, estamos constituyendo nuestra legitimidad y legalidad, como genuinos representantes de los informáticos.

-Un sector muy particular, digámoslo…

-M.A.: Siempre hay como un estereotipo del informático, del nerd, del “tecla” y bueno, esa impronta se la queremos dar también al gremio.

-¿El sindicato de los nerds?

-M.A.: Exactamente, sí.

-¿Los sorprende tener cada vez más colegas?

-Martín Najle: Sí, pero está buenísimo. El Polo Informático que se ubicó en Tandil, va para más y espera duplicar su tamaño en los próximos años y es algo muy bueno. Va a sumar y es lo que viene. Hay que estar atentos y prepararse.

“HAY QUE DISCUTIR QUÉ POLO INFORMÁTICO QUEREMOS”

-¿El Polo Informático es lo que nos dicen que es?

-M.A.: Decime vos qué dicen que es…

-Bueno, cuando las autoridades hablan del Polo, lo presentan como una idea extraordinaria…

-M.A.: A ver, nosotros celebramos que haya un Polo Informático, que haya tantas empresas que estén en Tandil, que cada vez se empleen más colegas informáticos, esperamos poder colaborar para que más chicos estudien carreras de informática y claramente, en esto tiene un rol fundamental la Universidad, porque es el semillero donde se forman los informáticos. Tandil es una referencia a nivel nacional como centro de desarrollo de software. Eso es algo muy bueno. Pero también me parece que tenemos que decidir y prepararnos para el futuro, porque esto está creciendo muy rápido y tenemos un cuello de botella, que es la cantidad de profesionales formados, no necesariamente con título, pero necesitamos que haya más chicos y chicas que estudien carreras de informática, que se interioricen por esto. Tienen que animarse y sacarse el miedo, porque realmente es una oportunidad de tener un trabajo, en general, en blanco, con buena estabilidad. Eso es algo bueno.

-¿Por qué marcabas lo de pensar el futuro?

-M.A.: Nosotros creemos que lo que tenemos que pensar, y queremos ser parte de esa discusión, es qué modelo de Polo Informático queremos a mediano y largo plazo en Tandil. Si queremos solamente exportar servicios y que en Tandil se “pique código” como se dice en la jerga y se desarrollen servicios que requieran otros países; o si queremos también constituirnos como un polo de innovación, donde también se generen inversiones y productos nuevos. Un polo como es hoy en día Silicon Valley, salvando las distancias. Pero Tandil podría hacerlo también y no solo exportar horas hombre, sino también exportar ideas.

-¿Cuál es la tendencia del Polo Informático, hoy?

-M.A.: También en esto hay una heterogeneidad importante. Creo que si bien hay innovación, hay una fuerte tendencia a exportar servicios, porque quizás, sea lo más simple, lo más fácil. Pero que quede claro que ésta no es solo una responsabilidad de los empresarios, sino que también del Estado municipal, provincial y nacional, de la Universidad y nosotros entendemos que también los trabajadores podemos hacer nuestro aporte ahí, y queremos participar y aportar a consolidar y hacer crecer el Polo Informático de Tandil.

-Se escucha que hay una suerte de boom respecto de las carreras vinculadas a la tecnología. ¿Es así?

-M.A.: No tengo estadísticas para saberlo. Sé que está creciendo mucho la matrícula y la facultad de Exactas tiene una carrera nueva y está repensando sus planes de estudio, lo cual es bueno y de alguna manera se está preparando para contener ese boom. Pero creo que eso tiene que ser trabajado desde varios ámbitos, como la escuela, desde el punto de vista cultural, también. No sé si es la que más se estudia, pero sí que está creciendo.

-¿Cómo es eso de trabajarlo culturalmente?

-Y bueno, por ejemplo un problema que tenemos en nuestro rubro, es una cuestión de género. La mayoría de los colegas son hombres y por alguna razón, las mujeres no son tantas. Se creyó en algún momento que ésta es una carrera de hombres, supongo, y las mujeres no estudian la carrera, cuando sabemos que nuestras colegas mujeres son profesionales excelentes. Pero sin embargo, hay algo que falla y tal vez sea una cuestión cultural que hace que sean muchos más los hombres en esta carrera.

-Uno pensaría que los jóvenes hoy se vuelcan más fácilmente a la informática, porque es algo que los atraviesa desde muy pequeños…

-M.A.: Creo que la tecnología atraviesa a todas las disciplinas hoy en día. Cualquier trabajo requiere cada vez más, incorporar tecnología. Y en el caso de los que nos dedicamos a la informática, la diferencia es que pasamos no solo a ser usuarios, sino también desarrolladores. Hoy los chicos usan celulares, acceden a una computadora, pero no sé si se interesan tanto en el desarrollo de esa tecnología. Y eso es lo que estamos necesitando. Que despierten esa curiosidad. Que la hagan propia. No solo que jueguen los juegos, sino que tengan ganas de desarrollar un juego, una aplicación, una red social, etc. Eso es algo que se puede hacer, adquiriendo las herramientas, no es tan difícil ni hay que ser un genio, sino que es algo que cualquiera puede aprender, con dedicación y ganas.

-También es cierto, que la aproximación de las nuevas generaciones al mundo del trabajo es totalmente distinta. ¿Es un desafío para ustedes como gremio?

-M.N.: Sí, pero nuestra idea es adaptarnos a todo el mundo, contenerlos y tener alternativas. Acercarnos nosotros a los informáticos.

-M.A.: Los métodos de trabajo de los equipos técnicos están cambiando. Hoy es muy común en nuestro sector, utilizar los métodos ágiles, por ejemplo, donde se relajan ciertas relaciones, que antes se hacían de manera más estricta, con una jerarquía piramidal. Hoy se respeta más la decisión del equipo de trabajo, se permite que el equipo decida como quiere trabajar, en qué horarios, donde reunirse, etc. En la mayoría de las empresas de software están optando por los métodos ágiles.

-M.G.: Y nosotros, dentro de la organización tratamos de trabajar de la misma manera, usar ese mismo tipo de metodología.

-¿Cuál es el principal problema laboral que van a tener que resolver?

-M.A.: Uno de los principales, seguramente es la discusión salarial. No está regulada y no es solo respecto de la cantidad que gano, sino también a como se define lo que gano. Como se define cuándo hay un aumento y de cuánto. Al ser una actividad que no esta regulada, que no tiene paritarias anuales, en muchísimas empresas sucede que cada empleado tiene que discutir su sueldo con su jefe o el dueño de la empresa, o el gerente. Y es algo bastante desgastante, porque hay compañeros que por suerte tienen capacidad para negociar su sueldo, pero otros no. No hay negociaciones colectivas.

-M.G.: Muchas veces termina pasando que depende de cuán necesaria es determinada persona en un proyecto. Tal vez un trabajador que no es necesario en determinado proyecto, pero tiene cualidades excelentes, no recibe un aumento y hasta prefieren que se vaya, porque no lo necesitan.

-M.A.: Y otro tema es el de las capacitaciones, porque nosotros necesitamos capacitación constante. Hay nueva tecnología que sale minuto a minuto. Muchas empresas tienen programas de capacitación, porque lo ven como una inversión, pero hay otras que no, porque no tienen esa visión. Desde el gremio queremos ayudar a esa capacitación y trabajar en el tema.

-¿Y con el tema despidos?

-M.A.: No hay problemas en ese sentido. El nuestro es un sector que hoy tiene pleno empleo. Es una ventaja. Somos muy requeridos los informáticos. Eso es lo que de alguna manera nos tiene tranquilos porque hay demanda y se está necesitando más gente. Eso hace que de alguna manera, esto se regule por la ley del mercado de la oferta y demanda. Y en cada empresa, se define así la situación laboral de cada uno.

“NO HAY QUE VENDER ILUSIONES”

-¿Qué piensan del Plan 111 Mil, que busca generar esa cantidad de programadores? ¿Hay una demanda de laburo tan grande?

-M.A.: Sin duda que hay demanda. Habría que ver bien cuánta. Pero lo cierto es que no va a haber de un día para otro, cien mil programadores nuevos. Uno podría pensar que hay una demanda para ese número de programadores. Pero por otro lado, si bien nosotros apoyamos el plan, tenemos algunas sugerencias que habría que revisar, porque es muy difícil enseñar a programar y que alguien pase de cero a programador en un año, que es lo que propone el plan. Sinceramente, nos parece algo demasiado ambicioso y tiene riesgos de ser perjudicial. Puede salir el tiro por la culata, porque muchos chicos se frustran y piensan que no entienden nada, y se van.

-M.N.: Chicos y no tan chicos. El plan incorporó a muchas personas que buscan una alternativa laboral, pero aprender a programar requiere mucho tiempo.

Mauro Giamberardino: Y sobre todo que los docentes son los propios programadores, que tienen capacidad de trabajo, pero tal vez no la pedagogía necesaria para enseñar.

-M.A.: Es decir, el plan tiene buenas intenciones, pero quizás es demasiado ambicioso. De hecho, en Tandil, se vio que se inscribieron cerca de mil personas y ahora quedan mucho menos de la mitad. Es decir, la deserción se ve, es común ver eso.

-¿Lo hubiesen presentado distinto?

-M.A.: Cuando promocionamos estos programas, lo primero que tenemos que hacer, es no vender ilusiones. No decirle a cualquier persona, o prometerle, que en un año va a aprender a ser programador y va a tener trabajo al día siguiente y va a ganar muchísima plata. Eso no se puede decir. Hay que ser realistas. Esta es una carrera difícil, de hecho, nosotros constantemente nos tenemos que estar capacitando. Los conceptos, no solo es cuestión de leerlos y ya está, sino que hay que madurarlos, comprenderlos. Y también está el tema que no se necesitan solo programadores, sino también ingenieros, analistas, u otros perfiles como testers, configuradores de redes, etc. Se necesitan muchos otros perfiles profesionales. Esto también va de la mano de lo que decía antes del modelo de Polo Informático que queremos para Tandil. Pero no hay que prometer cosas que por ahí no se pueden cumplir.

-¿Cuántos son los trabajadores informáticos en Tandil?

-M.A.: Ese es otro de nuestros ejes de trabajo. Hacer un relevamiento para saber bien cuántos somos, dónde estamos, en qué condiciones laborales. Lo estamos haciendo. Hoy sabemos, por el número que maneja la CEPIT (Cámara de Empresas del Polo Informático Tandil), que somos alrededor de 1500 o 1700 empleados de sistemas y ese número, nos gustaría trabajarlo un poco más, porque hay algunos que están en empresas chicas, otros en grandes, algunos trabajan de manera remota, desde sus casas, queremos ver cuántos son monotributistas, cuantos están en blanco, son emprendedores, etc.

-Además, el de ustedes es un rubro en el que se puede pasar de empleado a patrón en un momento, ¿no?

-M.A.: Sí. Puede ocurrir. Hemos conversado sobre eso en el gremio. Nuestra disciplina tiene esa particularidad de que un día sos empleado y al otro, capaz armas tu propia empresa o proyecto y sos empleador. Nosotros celebramos a todos los que emprenden. Pero no es algo para todos. No todos somos emprendedores, o no todos tenemos esa capacidad, o la suerte de tener algún contacto.

-M.G.: Pero eso no quita que tenga los mismos riesgos que cualquier otro emprendedor. Es decir, hay que conseguir clientes, hay que manejarse solo, pero la gran diferencia es que nuestra materia prima está en la cabeza. Otros rubros tal vez tienen que comprar maquinaria o insumos, pero en este rubro, usamos cualquier computadora y hay que usar la cabeza. Pero muchas veces, esos proyectos no son exitosos. Diría que en la mayoría de los casos, no son exitosos.

-¿O sea que no es tan cierto eso de que se te ocurre una aplicación, la vendes, te haces millonario y te retirás a los 25 años?

-(Risas) M.A.: Esa también es una ilusión. Eso le pasa a muy pocos. Al dueño de Microsoft, al de Google, al de Facebook, a muy pocos. Nosotros preferiríamos no promocionar que ser informático es eso. La gran mayoría no somos eso e igual somos felices trabajando día a día, en equipo, con nuestros proyectos, nuestra tecnología. Los otros, son casos excepcionales.

-A veces uno se asusta de la inserción tecnológica en cuestiones que hasta nos deshumanizan. ¿Ustedes ven algún límite en eso?

-M.A.: Yo creo que el primer límite que hay que tener en cuenta, es el trabajo. Como sociedad, no deberíamos permitirnos perder puestos de trabajo. La tecnología va a avanzar y va a ser más eficiente, pero vamos a tener problemas más grandes con cada vez más trabajadores desocupados. Lo que tenemos que ver es que todos tengan trabajo y después buscar los mecanismos para modernizarnos. Es atendible que la tecnología desplaza a los trabajadores y hay una necesidad de reconvertirse, entonces ahí, hay que tener una tarea activa para contener esa reconversión e ir capacitando a los trabajadores.

-M.G.: En cuanto a lo que se puede hacer y hasta dónde se puede llegar, es muy difícil divisar un límite. Yo diría que no lo hay.

-M.A.: Esta llamada “transformación digital” nos sorprende día a día incluso a nosotros que somos informáticos. Por eso digo que necesitamos que los ciudadanos no solo utilicen la tecnología, sino que empiecen a entender cómo funciona, al menos lo básico. Entender qué se puede hacer y cuáles son los riesgos.

-Lo que está claro es que resistirse es un sinsentido…

-M.G.: Sí, claro. Es un avance que no se puede frenar. Pero cuando hablamos de software, hablamos de un arma de doble filo, donde se puede usar para el bien o para el mal y siempre depende de las políticas que haya detrás. Eso es fundamental tenerlo claro y dar discusiones al respecto.

-¿El mal son los hackers? ¿Están invitados al gremio ellos?

-M.A.: Voy a salir en defensa de los hackers, porque no son malas personas. O personas que hacen el mal. El hacker, en la comunidad informática, es aquel que resuelve problemas. Están los que resuelven problemas para bien y los que resuelven problemas para mal. Hay expertos en seguridad informática que han avisado de errores, fallas, ineficiencias, en muchos sistemas, por ejemplo, en el voto electrónico. Y por eso, hay una consideración de que han querido hacer daño y se han iniciado causas penales y demás. Pero los hackers, en general son muy buenas personas y muy comprometidas socialmente y están invitados a nuestro gremio por supuesto.

-Es decir, un hacker es aquel que trata de detectar fallas en algún sistema…

-M.A.: Exacto.

-M.G.: Y no necesariamente utilizarlas.

-M.A.: Por supuesto que hay criminales que se dedican a utilizar sus conocimientos para hacer ataques maliciosos a sistemas de gobierno, de empresas y eso. Pero en general, los hackers son buena gente. En Tandil hay una organización que se llama TandilSec, que la semana pasada estuvo organizando charlas y es muy interesante el trabajo que ellos hacen. Nosotros hemos realizado actividades conjuntas con ellos.

“EL VOTO ELECTRÓNICO NO ES RECOMENDABLE”

-Con lo del voto electrónico me diste pie para preguntarles que opinan, porque es una discusión que se viene, parece…

-M.A.: Desde lo técnico, toda la comunidad informática, o al menos la gran mayoría, expresa que no es algo recomendable utilizar la tecnología al momento de la emisión del voto. La informática no está lo suficientemente madura como para garantizar las tres patas que tiene el sistema del voto, que es el secreto, la integridad y la verificabilidad de que todo anduvo bien. No están dadas las condiciones técnicas, no solo en Argentina, sino a nivel global. Esta demostrado que no se puede garantizar.

-¿Es un sistema vulnerable, entonces?

-M.A.: Es que si uno quiere ocuparse de la vulnerabilidad, quizás se pueda, pero a riesgo de perder el secreto. Y sin secreto, no hay voto. Y si uno quiere cuidar el secreto, es muy difícil que no sea vulnerable. Y si uno quiere hacerlo secreto y no vulnerable, es muy difícil poder comprobar que el voto realmente no fue manipulado. Es muy difícil garantizar las tres condiciones del sistema. Para el momento de emisión del voto, no es recomendable.

-¿De qué se trata el encuentro del miércoles que viene?

-M.A.: Va a ser una charla debate, de la que va a participar Mariano Zukerfeld, que es Doctor en Ciencias Sociales y tiene varias publicaciones relacionadas a la precariedad y las condiciones laborales del sector, al retraso que hay en los salarios, con un análisis científico del tema y también detallando algunas cualidades que hay en el sector. Y va a estar el Secretario General adjunto de la Asociación Gremial de Computación, Ezequiel Tosco, con quien venimos trabajando mucho a nivel nacional. Y también va a haber autoridades de la Universidad. Y convocamos a compañeros trabajadores, empleadores, autoridades, referentes políticos, sociales, culturales, otros sindicatos, porque queremos hacer un debate y desmitificar al rubro, porque en general se piensa que el sector informático es una cosa lejana, distinta, una industria que no se ve. Si tenemos reglas claras, mejores condiciones, el sector va a crecer y cada vez más jóvenes se van a interesar por ser informáticos.

Mariano López Guerrero (marianolopezguerrero@gmail.com)

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