Jorge Elias Gomez, Opinión

El deslinde de Montenegro ¿Dónde está parado?

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El intendente de General Pueyrredon en el acto por el 170 ° aniversario del fallecimiento del general José de San Martín tomó distancia del “banderazo patriótico”, apelando a definiciones de infectólogos y sanitarias. Protocolos, medidas de higiene, alcohol en gel, sanitizantes, barbijos, etc.

No termina de zanjar la brecha política de quienes han depositado su voto para que se alce con la intendencia, con el fenomenal apoyo de campaña desembolsada desde la Secretaría de Medios Públicos de la Provincia de Buenos Aires, sostenida durante 2 años, sólo en esta afectación.

En 1989, el doctor Carlos Menem acusaba al gobernador Antonio Cafiero, por el uso de fondos públicos bonaerenses, para financiar su campaña presidencial que disputaba con el ex presidente. Esa técnica de la vieja política, fue un pilar de la estrategia de campaña de Montenegro.Dentro de la táctica, una medida fue favorecer de manera excluyente al multimedios La Capital.

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Desmalezar el camino del entonces candidato a intendente, para que sea succionado por el electorado de Juntos por el Cambio,  con la UCR y la CC, más el PRO marplatense de amarillo pálido como sus oportunistas emergentes locales, con cero inserción política, que se sodomizaron a la repatriación vernácula que MEV sacó de la galera electoral e impuso a libro cerrado.

En qué consiste operativo salvaguarda, también llamado de reaseguro para Montenegro. Su alianza tácita alentada desde el entorno de Florencio Aldrey Iglesias, con el presidente de la Nación, Alberto Fernández, que lo lleve al área que habita la moderación para correr al kirchnerismo.

 Con Axel está al horno, complicada con sus finanzas, la provincia puso a Mar del Plata en el furgón de cola entre los 135 municipios bonaerenses a la hora de la coparticipación, un arranque pésimo si hay descuidos fiscales que pueden ser fatales como una pandemia.

Ayer, Montenegro se alineó casi con un discurso símil K, más parecido a Grabois y a Cafiero (Santiago), muy lejos de las banderas argentinas enarboladas por miles de marplatenses.

El volumen de la marcha multitudinaria dejó como ganadores en principio a Carrió, Pichetto y Bulrrich, enrolados en los duros de Juntos Por el Cambio.

Desentonaron por estar en gestión, Jorge Macri, Diego Valenzuela y Néstor Grindetti, aunque en política juegan en una liga más grande, más visible en el AMBA, más precisamente.

Mar del Plata, salvo en temporada alta, no tiene el mismo target, está fuera de competencia y Montenegro fue por refuerzos que instaló en la Casa de Mar del Plata en la Capital Federal, un quiosco que usufructuó durante una década el grupo Aldrey de la mano de Daniel Scioli y Gustavo Pulti, fue una carnicería, un descontrol de gastos y recursos públicos de dinero aportado por contribuyentes marplatenses.

La historia se repite con un esquema nada novedoso con visos de escándalo.

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