¿Por qué nadie habla de la reunión que hace alrededor de veinte días habrían mantenido el presidente Macri y el alcalde del Palacio Hermitage en Capital Federal? Según la fuente que nos plantea el interrogante, en el encuentro se habría sellado una especie de tregua o armisticio, que tendría su correlato en el conciliábulo entre Arroyo y Don Aldrey.
Por su parte, el Dr. Gustavo Blanco si bien, en un primer momento negó su encuentro a solas con el propietario del multimedio La Capital, no tardó en “blanquearlo”, dejando en claro que sólo le había ido a pedir una colaboración en especie, al igual que a otros empresarios prominentes de la ciudad, a fin de refaccionar las salas de los Centros de Atención Primaria de Salud. Tampoco confirmó ni desmintió los rumores acerca que el hombre del “impermeable azul” hubiese mantenido también una plática con el poderoso empresario coruñés.
“Desconozco si el intendente se reunió con él, pero yo sí me reuní con el Sr. Aldrey Iglesias”, aseveró en una improvisada rueda de prensa, donde consultado por mdphoy.com sobre su opinión respecto a Don Florencio, respondió que “es una persona que tiene un medio de comunicación que hace muchos años que está en Mar del Plata y hasta ahí te puedo decir…”, tal vez había más para decir, pero el silencio es salud y la especialidad de los médicos es precisamente cuidarla.
El Secretario y flamante Coordinador del gabinete municipal, proviene de la pléyade de profesionales incubados en la Fundación Pensar que, en el orden local, preside el bienhadado concejal Juan Aicega. Quien no solo ocupa simultáneamente una banca en el HCD sino que también goza de un conchabo en la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia de la Nación.
Sin mover ni siquiera un músculo, se ha convertido en un personaje influyente por imperio de las circunstancias providenciales que se tornaron “aciagas” para su adversario en la interna, el ex candidato a futuro intendente Emiliano Giri, quien acusado por un mal paso de otrora, con mucha pena y sin gloria, se vio obligado a dar un paso al costado, saliendo del escenario con una acusación por corrupción a cuestas.
La mayor parte del paquete accionario en el gobierno local de Cambiemos, o dicho en otros términos: la cuota de poder que suele ejercerse veladamente detrás del trono, habría pasado de esta forma a manos del socio macrista de la versión lugareña de Cambiemos. Pero precisamente a Aicega, no se le observan uñas de guitarrero.
“No quiero más radicales en el gabinete”, habría sentenciado, Arroyo abortando la intentona del ex intendente Daniel Katz por ubicar a su ex secretario de Hacienda Gustavo Schroeder en la cartera de Desarrollo Productivo.
Aunque más no sea un consuelo de lelos, los radicales intentan digerir la circunstancia “aciaga” que recorta la influencia que detentaban en el Ejecutivo, jactándose del hecho que Sebastián Puglisi se alejó de la Secretaría de Cultura porque “no tenía recursos para gestionar… Pero con la frente en alto, a diferencia del bochornoso renunciamiento de los hombres elegidos por el jefe comunal”, con la salvedad del Dr. Julio Razona, que se fue dejando a la Secretaría de Seguridad no solo acéfala sino también “bajo sospecha”.
Por cierto que por más que hayan sido apaleados en la misma bolsa, no todos los gatos son pardos en el redil local del partido centenario. Y menos aún, en el bloque de concejales donde la jefatura de la edil Cristina Coria pareciera perder fuerza. De hecho tuvo que revertir su postura cuando se trató, en comisiones, el aumento del boleto cediendo a la postura disidente planteada por el dueto formado por Marito Rodríguez y Luis “Bocha o el Pelado” Rech. Algunos corrillos palaciegos se preguntan: “¿A qué juega Cristina? Esta demasiado pegada a Arroyo sin haber obtenido réditos…”.
También hay mentes férvidas que ya especulan con la promoción de la figura del Dr. Blanco como cabeza de lista en la elección legislativa del próximo año, para luego proyectarlo, en el plano donde la ficción y la política se confunden y pierden de vista a los imponderables, como sucesor natural del hombre del “impermeable azul” en la Jefatura Comunal.
Pero tampoco huelgan los escépticos que sofrenan el ímpetu de los optimistas ultranza, recordándoles que: “no hay que contar los terneros antes de que vaya a parir la vaca”.
Redacción mdphoy.com
