Los tripulantes adhirieron a la medida de fuerza y la flota pesquera no tuvo movimientos. Estibadores paralizaron descargas entre las 7 y las 19. Obreros del pescado no se adhirieron y en establecimientos donde hubo materia prima, se trabajó con normalidad.
El paro nacional convocado por las centrales obreras en rechazo a las políticas económicas y laborales que emprende el gobierno libertario tuvo dispar acatamiento en los sectores sindicales vinculados con la actividad marítima y pesquera de Mar del Plata.
Desde los gremios marítimos que representan a los tripulantes, todos adhirieron y las cúpulas directivas hasta participaron de la conferencia de prensa promovida por la CGT. En el puerto no hubo zarpadas de ningún barco pesquero durante todo el día.
Los únicos fresqueros de altura que zarparon luego de la conciliación obligatoria del miércoles por la tarde, fueron el “Don Santiago” y el “Huafeng 819”. El resto comenzará a salir desde el viernes temprano.
Los principales cuestionamientos de los gremios marítimos se vinculan con el proyecto de reforma laboral y el regreso del pago del impuesto a las ganancias. En cada una de las asambleas informativas que llevaron adelante en este tiempo por la discusión paritaria, los referentes sindicales anticiparon medidas de fuerza inmediatas en caso que se apruebe la modificación sobre el impuesto.
En el sector de la estiba, dominado por empresas de servicios que funcionan como cooperativas, el compromiso con el SUPA fue paralizar la actividad entre las 7 y las 19, por lo cual en ese lapso no hubo movimientos en los muelles vinculados con la flota pesquera. Cumplido ese horario había un par de poteros listos para descargar.
Sí se registró trabajo de transportistas, estibadores y de choferes de grúas en la operatoria del portacontenedores “Eldra”, el feeder de Maersk, que había amarrado el miércoles a la mañana y al que le faltaba completar unos contenedores para poder salir.
El SOIP no adhirió a la medida de fuerza convocada por la CGT, a pesar de que el gremio integra la Central de Trabajadores. “Vivimos de paro todos los días”, ironizó un allegado a la Comisión Directiva.
En aquellos frigoríficos donde disponían de pescado fresco para trabajar la actividad fue normal. En las pymes de Solimeno, El Marisco y Asudepes, por caso, los obreros trabajaron. En esta última, en particular, desde la empresa pagaron el traslado a quienes no podía asistir por la falta de transporte público.
Revista PUERTO
