Política

Destrozaron oficinas bonaerenses; presumen que fue otro “mensaje” para Vidal

Otra vez una dependencia oficial de la Provincia de Buenos Aires fue vandalizada y crecen las sospechas de que nuevamente se trata de un mensaje mafioso contra las políticas de la gobernadora María Eugenia Vidal, que durante el año pasado ya había recibido varias amenazas.

El ataque fue ahora en la Dirección de Recursos Inmobiliarios Fiscales, perteneciente al Ministerio de Economía bonaerense, que está en el primer piso del edificio ubicado en la calle 45 al 1900, a 18 cuadras de la Gobernación, en La Plata.

Fuentes del Ministerio de Economía le confirmaron a Clarín que sólo entraron para hacer destrozos, ya que no encontraron faltante de documentación ni equipos.

Según la denuncia que realizó Federico Pablo Otonelo, director de Recursos Inmobiliarios Fiscales, en la comisaría Primera de La Plata, aparecieron 13 computadoras rotas y dos impresoras quedaron inutilizadas. Cortaron cables de mouses y teclados, y no se registraron aberturas dañadas.

Aunque no está confirmado, en principio sospechan que se trató de una sola persona. Pero no descartan que hayan actuado más.

La Dirección de Recursos Inmobiliarios Fiscales tiene como función administrar todos los inmuebles cuya titularidad tiene la Provincia de Buenos Aires, o que son alquilados para dependencias oficiales, explicaron desde el Ministerio que conduce Hernán Lacunza.

“Por pedido de la gobernadora iniciamos un proceso de reestructuración y de transparencia en todo lo vinculado a los inmuebles que pertenecen al Estado provincial. Evidentemente estamos tocando intereses”, deslizaron en la oficina que depende de la Dirección Provincial de Asuntos Jurídicos, dentro del Ministerio.

No fue la primera vez

Tanto Vidal como algunos de sus ministros y funcionarios recibieron amenazas, intromisiones en oficinas y mensajes mafiosos a lo largo del primer año de Gobierno.

En junio de 2016, un grupo de personas entró a un domicilio del jefe de Gabinete, Federico Salvai, en La Plata, que utiliza como oficina. “Violentaron la puerta delantera, no pudieron abrirla. Tengo entendido que subieron al techo, violentaron la puerta trasera e ingresaron. Dejaron toda la casa dada vuelta. No habrían encontrado huellas”, había descripto el ministro.

Al poco tiempo, dos personas ingresaron sin autorización al despacho de la propia gobernadora. Y, en octubre del año pasado, hubo un incendio intencional en un Juzgado de San Martín, donde además le dejaron una amenaza a Vidal con letras recortadas de revistas.

También aparecieron cartuchos de escopeta calibre 16 en el garaje de la casa donde vivía la mandataria en Castelar, en la zona Oeste del Conurbano.

Horas antes del hallazgo hubo dos llamados intimidatorios y el Gobierno bonaerense inició una investigación al Servicio Peniteniario, ya que se detectó que una de las amenazas salió de la Unidad Penitenciaria  9 de La Plata.

“Cuando uno suma los hechos, todo es evidentemente claro. No hay un equívoco, van todos en la misma línea. Esto pasa por la decisión de la gobernadora por luchar contra la corrupción y las mafias”, había señalado en agosto del año pasado el ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari.

Por cuestiones de seguridad, Vidal se mudó durante 2016 a un chalet reformado dentro de la Base Aérea de Morón, a unos cinco kilómetros de su casa familiar de Castelar.

Clarín

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