Los encargados de la organización manejaron los preparativos con discreción, pero le confiaron que cocinaban un asado que tenía fecha y lugar establecidos: la cita era en Villa La Ñata, la noche del 13 de enero, día especial para quien sería el dueño de casa.
El adelanto se consumó tal como estaba previsto: Daniel Scioli cumplió 59 años y los celebró anoche en su casa de Benavídez (Partido de Tigre), rodeado de familiares, allegados y un importante grupo de dirigentes de confianza que volvió a mostrarle su apoyo.
Pizza, empanadas, asado y peronismo fueron las palabras clave de una cena cálida que se convirtió en una ocasión ideal para reafirmar lazos de amistad y fidelidad, a casi dos meses de la segunda vuelta electoral que definió el nombre del nuevo presidente.
Según infirmó el medio Infobae, el apoyo inquebrantable de su gente más cercana estuvo representado por su hija Lorena Scioli y su nieta Camila, su hermano Nicolás y Karina Rabolini, protagonista de una de las fotos que más difusión tuvo en las redes sociales. Entre ellos estuvo Lautaro Mauro y se sumaron amigos y colaboradores que forman parte del círculo íntimo del ex gobernador bonaerense.
Además lo acompañaron dirigentes peronistas que le ratificaron su apoyo incondicional: Fernando Espinoza (titular del PJ bonaerense), Mariano Cascallares (intendente de Almirante Brown), Alejandro Granados (intendente de Ezeiza), Julio Pereyra (intendente de Florencio Varela), Cristina Álvarez Rodríguez (diputada nacional), el sindicalista y diputado Omar Plaini, entre otros.
El evento tuvo -como se estimaba- una importante carga política: Scioli agradeció la presencia de todos los que compartieron con el su cumpleaños, entre los que también estuvieron ex colaboradores de gestión como Eduardo Aparicio, Alberto de Fazio, Guido Lorenzino y Martín Ferré.
A todos -intendentes del PJ y legisladores- los instó a trabajar juntos desde el peronismo para “no volver a recetas del pasado que llevaron al país al fracaso”. El ex candidato a Presidente consideró que es necesario ponerse en acción para “cuidar a la gente”, en un contexto marcado por la inflación y los despidos masivos que se observan principalmente en el Estado.
Luego de un tiempo lógico de introspección, apenas interrumpido con algunas entrevistas breves o visitas a los distritos de los intendentes que nunca abandonaron el barco naranja, Scioli se mostró rodeado de su gente y con ganas de dar vuelta la página para salir a jugar con la camiseta del peronismo en un año caliente.