El todo terreno del gabinete designado por el intendente municipal, salió en medios oficialistas que cubren el “quehacer” municipal. Y ayer fue el día de explicar que las deudas de Nación y Provincia justifican el déficit del cierre del 2023. Teléfono para Alberto Fernández y Axel Kicillof.
De punta a punta, el período corresponde a la actual gestión deslucida en varios aspectos. No atacó Mauro Martinelli a cuestiones atinentes a cómo fue el desarrollo del primer mandato cumplido entre 2019 y 2023. Eso sí, advirtió que el intendente les pidió austeridad, orden y creatividad. Llegó su hora más comprometida.
En la ilustración puede observarse con absoluta claridad, como en el acta de traspaso de mando por parte del doctor Carlos Fernando Arroyo, constan los saldos bancarios y disponibilidades que permitieron pagar sueldos y aguinaldo por adelantado en diciembre de 2019, mientras iniciaba su primera luna de miel el popularmente conocido como el Gordo Montenegro.
Martinelli afectado por algún delay, proviene – no es casual – del palo del único senador provincial de Palermo Soho, Alejandro Rabinovich, ya arrastra un default desde la Secretaría Legal y Técnica con fallos adversos para los intereses de los contribuyentes, hizo la clásica y apuntó a Milei y Kicillof. No es toda la verdad.
Habría que medir punta a punta 2019 – 10 de diciembre – 2023, y observar cuál el camino para qué Mar del Plata se convierta paulatinamente en la ciudad inviable que estamos observando. Digamos que con un logo muy módico y eslóganes propios de “berretalandia”, es casi imposible que se pueda dar vuelta la cancha.
Se ha persistido en el error de las sub ejecuciones, aumento de impuestos, excepciones y excepciones gravosas para la municipalidad, gastos discrecionales y fundamentalmente el crecimiento del plantel básico de personal municipal, que alcanzó su pico durante este período, como el de su planta política que en 2020 (plena pandemia) orilló en los 150 cargos.
Esta misma acta de transmisión de 2019, que es un documento público, debería ser sometida a una comparativa. Y se puede llegar a ciencia cierta y con bastante criterio, qué MGP recibió el intendente en 2019 y cuál es la que entregó como su propia herencia el 10 de diciembre de 2023. Son los mismos ítems.
Sería un bien ejercicio para los peritos contables y los jerarcas del Sindicato de Trabajadores Municipales, que tornaron las medidas de fuerza como mecanismo de presión política desembozada durante 4 años.
Ahora recurren al paro, cuando el salario municipal ha sido utilizado como variable de ajuste para disimular o encubrir el déficit existente, quedan al descubierto acuerdos atados que firmó la casta sindical. Gilardi no le va en zaga a Armando Cavalieri, José Luis Lingeri o Luis Barrionuevo, y siguen los etcéteras. Nada nuevo bajo el sol aunque Milei asuste.
