La VII Cumbre de la CELAC que se desarolla en Buenos Aires comenzó pasadas las 9 de la mañana en el Hotel Sheraton, cuando el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, arribó al recinto. Más tarde, lo hizo el mandatario argentino, Alberto Fernández, quien recibió uno por uno a los 14 presidentes que asistieron al encuentro, además de los funcionarios enviados por el resto de los países miembros.
Fue el momento para los diálogos informales y la entrega de obsequios, como el regalo que el presidente de Bolivia, Luis Arce, le entregó a su par argentino: un ekkeko, símbolo del Dios de la Abundancia para los bolivianos. “Invitamos a celebrar esta tradición para que se hagan realidad todos los sueños de nuestra Patria Grande”, lanzó Arce.
El referente del MAS boliviano será citado más tarde por Alberto Fernández en su discurso de apertura de la Cumbre, cuando se refiera al peligro de la democracia por el embate de una “derecha recalcitrante y fascista”, y usará de ejemplo el golpe de Estado en Bolivia que destituyó a Evo Morales, como la intentona en Brasil de hace apenas dos semanas.
Luego, la reunión de Jefes y Jefas de Estado de la CELAC subirá de tono cuando se ponga sobre la mesa la represión acontecida en Perú por parte del gobierno de Dina Boularte, quien todavía no alcanza los dos meses de ejercer el cargo de presidenta -tras la desitución de Pedro Castillo, escogido en elecciones- y ya lleva alrededor de 50 muertos.
Al respecto, el presidente de Chile, Gabriel Boric, fue categórico: “No podemos ser indiferentes cuando hoy día en nuestra hermana República del Perú, con el Gobierno bajo el mando de Dina Boluarte, personas que salen a marchar, a reclamar lo que consideran justo, terminan baleadas por quien debiera defenderlas“.
En esa dirección, el izquierdista joven mandatario chileno se refirió al violento ingreso por parte de la policía nacional de Perú a la Universidad Mayor de San Marcos en Lima, con el objetivo de romper una protesta en rechazo de Boularte. “Es inaceptable”, expresó Boric sobre la detención de más de 200 personas este fin de semana en la universidad, y y se agrega al comunicado que emitió su Gobierno planteando un paralelismo con “las tristes escenas de los tiempos de las dictaduras del Cono Sur”.
La vuelta de Brasil a la CELAC
La visita de Luiz Inácio Lula da Silva a la Argentina implicó el fortalecimiento de la alianza entre los principales países del Cono Sur, en conjunto con la vuelta de Brasil al organismo de integración latinoamericana.
“La desafortunada excepción fueron los últimos años, cuando mi predecesor tomó la inexplicable decisión de retirar a Brasil de la CELAC”, manifestó Lula sobre la decisión de Jair Bolsonaro de retirar al gigante sudamericano del organismo, como también lo hizo de la UNASUR, el otro organismo de integración sudamericano creado por impulso de Brasil.
En esa línea, el presidente brasilero recordó la intentona golpista que sufrió hace dos semanas, agradeció el apoyo regional sobre las instituciones de Brasil y destacó: “Es importante resaltar que somos una región pacífica, que repudia el extremismo, el terrorismo y la violencia política“.
Por ello, valoró el espacio de diálogo que implica la CELAC y manifestó que “la región puede claramente contribuir a un orden mundial pacífico, basado en el diálogo, el fortalecimiento del multilateralismo y la construcción colectiva de la multipolaridad”.
Qué dijo Nicolás Maduro en la Cumbre
Luego de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, cancelara su visita a Buenos Aires para participar de la Cumbre tras denunciar la existencia de “un plan elaborado en el seno de la derecha neofacista” para agredirlo en su estadía en el país, su mensaje fue difundido a través del canciller Yvan Gil.
Sin embargo, Maduro no quiso dejar de marcar su presencia en la Cumbre y, además, envió un video que fue transmitido en el seno de la reunión de mandatarios; una modalidad que también utilizó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, caracterizado por casi nunca salir de su país.
En su mensaje de 14 minutos, Maduro dijo que quería estar presente de modo físico pero le fue impedido por las “conspiraciones permanentes”, por lo que prefirió “no manchar” la reunión como intentaban hacerlo con su agresión.
“Creemos que ha llegado el momento de que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños comience a construirse desde adentro con una visión muy clara de lo que debe ser el devenir de nuestros países y la necesidad de ir echando sólidas bases en la construcción de la unión de nuestros países, la unión para la liberación, la unión para el desarrollo, la unión para la construcción de un nuevo modelo de sociedad en esta América Latina”, expresó además tras un breve raconto del desarrollo de la CELAC a lo largo del tiempo.
La chicana de Lacalle Pou
A su turno, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou marcó un nuevo contrapunto en la reunión del organismo de integración, cuando planteó que “hay países acá que no respetan la democracia”, en sintonía con las denuncias de la derecha argentina.
“No puede haber aquí un club de amigos ideológicos. En la variedad estará la fuerza de esta organización (…). Mal hacemos en ponerle un tinte ideológico a la CELAC. Cuidado con la tentación ideológica en los foros internacionales”, manifestó el referente Blanco a modo de crítica del documento que la presidencia Pro Témpore de Argentina intentará sellar al cierre de la Cumbre, en el que se suscriben la importancia de la democracia, las instituciones y los derechos humanos.
Por último, el mandatario buscó responderle al Gobierno argentino, en medio de los tironeos por los destinos del Mercosur y luego de que ayer el ministro de Economía Sergio Massa calificara a Uruguay como un “hermano menor”. “Hay países acá que no respetan la democracia, los derechos humanos ni las instituciones. No tengamos una visión hemipléjica según afinidad ideológica”, concluyó Lacalle Pou.
Del dicho al hecho, la voluntad de Petro
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, promovió que la CELAC deje la retórica y lleve a cabo planes concretos de integración. “Hay una gran distancia entre la retórica de la integración latinoamericana y la realidad. Hablamos mucho de unirnos, pero hacemos poco por hacerlo realmente. Y yo creo que esa historia tiene que cambiar. De la retórica tenemos que pasar a la realidad”, sostuvo.
El mandatario colombiano puso como ejemplo de la desunión cómo la CELAC abordó la pandemia, cuando no logró impulsar una visión uniforme ya sea para conseguir las vacunas contra el coronavirus ni tampoco para negociar la adquisición de las mismas. “No fuimos capaces de afrontar como región uno de los mayores desafíos contra la vida humana reciente. No nos integramos, no respondimos colectivamente“, afirmó.
En consecuencia, planteó la creación de una red eléctrica de energías limpias que vaya de la Patagonia hasta Alaska, como una estrategia de impulsar la integración. “Si nos unimos, podría otorgar tanta energía a esa red eléctrica que no solamente seríamos excedentarios en la generación de energías limpias para nuestras propias sociedades, sino que podríamos ser un motor para ayudar a las fuerzas progresistas de los Estados Unidos y el Canadá a cambiar su propia matriz de energía eléctrica”, propuso.
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