Finalmente el facultativo Jorge Caldera, acusado de no brindarle ayuda a Bárbara Tiscornia, la joven que murió luego de ser baleada en la cara por su hijo Guillermo en 2003, fue absuelto este miércoles por el juez Facundo Gómez Urso. Éste hizo lugar al pedido del fiscal Alejandro Pelegrinelli, quien había declarado que el estado de la víctima era irreversible una vez que el médico divisó la situación.
Cabe recordar que debido al violento hecho ocurrido en la madrugada de 2003, Guillermo fue condenado a 13 años de prisión, pena que se redujo a 10 luego de la apelación de su letrado defensor.
Por su parte, al abogado defensor Julio Razona, en los alegatos sostuvo que la joven Bárbara Tiscornia luego del lamentable hecho continuaba con vida, y por tal motivo solicitó la pena de 12 años de cárcel para el padre del asesino por considerar que existió “abandono de persona seguido de muerte”.
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Asimismo, el fiscal Alejandro Pelegrinelli, no estuvo para nada de acuerdo con Razona y pidió la absolución del médico por considerar que el estado de Tiscornia era irreversible.
Luego de conocida la absolución por parte del magistrado Facundo Gómez Urso, el abogado defensor de la familia Tiscornia aseguró que “tenemos la certeza que vamos a apelar ante la Cámara de Casación”.
Remarcando que “Caldera no hizo nada para con la vida de la víctima, éste médico tuvo una actitud cobarde y deleznable”.
En lo que respecta a Mercedes, madre de la víctima, afirmó que “en primera instancia el doctor dijo que mi hija estaba con vida cunado Caldera llegó al departamento y ahora dicen que la bala estaba alojada en el bulbo raquídeo y que no había nada que hacer” concluyendo que “nuestra hija quería vivir, quería ser y se lo truncaron”.
Síntesis del caso
Guillermo Caldera mató el 22 de abril del 2003 a Bárbara Tiscornia de un disparo en la cara, en un departamento céntrico de nuestra ciudad. Sus familiares lo ayudaron a deshacerse del cadáver y de las pruebas que lo vinculaban al hecho. Sin embargo fue condenado a 13 años de prisión, pena que se redujo a 10 luego de una apelación.
Jorge Caldera, su padre médico, fue juzgado por abandono de persona seguido de muerte por no haber asistido a la chica pero fue absuelto ya que tanto el fiscal como los jueces coincidieron que el estado de la joven era irreversible.
