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Coqui Gastiarena, nos dejó un hincha de la selección y del periodismo

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…“¿El triunfo de la oposición, abre esperanzas?

“Pocas, insignificantes, porque entre Julio Cobos, Mauricio Macri, Francisco de Narváez, Felipe Solá, Reutemann, Das Neves, Carrió, existen más diferencias que entre Carlos Marx y Adam Smith. Y si el ejemplo parece rebuscado o pretendidamente intelectualoide, podemos simplificarla: más diferencias que entre Carlos Gardel y Ricky Maravilla…” (12 de julio de 2009)

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…..“Ah! Última reflexión: La selección argentina no tiene “Un dueño” y los que están en la AFA tampoco son los amos de la N° 5…
¡Vamos, vamos Argentina!(8 de junio de 2020)

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Los dos textuales pertenecen a dos de las colaboraciones de Oscar Gastiarena a mdphoy.com

Ayer nos dejó el entrañable amigo; Oscar “Coqui” Gastiarena, también conocido como “El Vasco”. Su salud venía desgastada y apagó su vida en pleno mundial de futbol. Era un hincha de la selección.

Era un hincha como lo fue de la profesión. Abrazó el periodismo como una causa, su vocación y compromiso, lo ubicaron en el sitio de los más destacados en el ejercicio de su labor gráfica y radial. Son sesenta años de trayectoria.

Su capacidad lo llevó a ocupar los más altos cargos en los diarios La Capital y El Atlántico, durante cinco décadas. Sus salidas desde Mar del Plata por Radio Rivadavia, en pleno esplendor, eran tomadas por Cacho Fontana, Antonio Carrizo y Fernando Bravo, cuando ocupaban el 80 % de la audiencia total del país.

En 1986 como director del diario El Atlántico, ese matutino alcanzó una tirada de 50.000 ejemplares, un registro histórico para un dominante mercado y cuando a pesar de todo existía la competencia.

Fueron épocas donde la profesión exigía guardias, propias de una milicia para acceder a la nota, había que lograr la entrevista. Oscar Gastiarena tuvo la virtud además de ser un excelente reportero gráfico, con lo cual cubría todo el espectro que demandaba la profesión por aquellos años.

Su carácter amplio permitió a decenas de periodistas pasar por los medios que dirigió. Y hoy se puede dar cuenta que los mismos revistan en los más prestigiosos diarios nacionales y medios locales. Siempre transmitía sus enseñanzas, no se guardaba los secretos que su experiencia acumulaba.

Sin lugar a dudas no sería exagerar si nos atendríamos a la Escuela Oscar Gastiarena, por el desarrollo y formación de los jóvenes que arrancaron con una libreta de apunes cuando no existían los grabadores. Ni hablar los teléfonos celulares con cámaras fotográficas, internet y whats app.

Era el periodismo encarado como un servicio. En el caso de Gastiarena, plural e independiente. Fue considerado además, como uno de los más destacados analistas de política nacional, cuando durante años ocupó la contratapa de los domingos, con su columna semanal en el diario Crónica, que disputó los espacios en esa sección con los dos grandes diarios nacionales, Clarín y La Nación

En el recuerdo todavía quedan dos frases que resultaron históricas y que todavía suelen aparecer como referencia “La plata no se hace trabajando” y “Este país se arregla si dejamos de robar 2 o 3 años” que las pronunció Luis Barrionuevo en el programa “Café de la tarde” que se emitía por LU9 Radio Mar del Plata, y era conducido por Gastiarena.

También fue un amante del boxeo y conocía todos los estilos de ese deporte que lo fascinaba también. Uby Sacco era uno de sus predilectos, aunque la vida los ubicó en algún desencuentro que no podemos olvidar.

No es un anecdotario ni una necrológica, sólo el reflejo de un hombre sobre el cual habría que hacer un libro por lo que significó para Mar del Plata. La dignidad y la honradez, también fueron transmitidas durante su vida, y no caben dudas que hicieron honor a la profesión.

Gastiarena tuvo sus tropiezos con la dictadura militar mientras se desempeñaba en el diario La Capital en aquellos años tan difíciles. También fue citado a la Base Naval luego del hundimiento del pesquero Narwall, hundido por la flota británica durante la Guerra de Las Malvinas.

Ésta incompleta crónica es una despedida, cargada de sólo algunos recuerdos que permiten conocer la procedencia y la razón de ser combativos desde el lugar que nos toque ocupar.

Muchas gracias maestro.

Jorge Elías Gómez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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