Por fortuna, no hubo que lamentar heridos como consecuencia de la súbita y estrepitosa caída de una parte del cielorraso de la sala de Comisiones, donde se desarrollaba la habitual reunión de la Comisión de Obras del HCD.
No pasó de ser un susto colectivo, que se incorporó al anecdotario del Concejo Deliberante. En esta ocasión no sería la virulencia del debate la que pusiera la nota de alta tensión, sino la precipitación de los fragmentos de yeso aplicado bajo losa, desplomándose sobre un grupo de asesoras, que saldrían, providencialmente, indemnes de la contingencia.
El imponderable, no obstante se encuadra dentro de los parámetros de la previsibilidad, concatenada al precario estado edilicio del Palacio Municipal. El jefe del Departamento de Mayordomía del Cuerpo Deliberativo, habría advertido, oportunamente, la falta de reparación de filtraciones provenientes de la terraza, que se emplaza sobre la sala de Comisiones.
La reunión de Comisión prosiguió en el recinto de sesiones, donde con el ánimo ya distendido, un asesor soltó, a su interlocutor, el chascarrillo: “¿Sabes cuál es el colmo de la Comisión de Obras? Que se le caiga el cielorraso encima…”.
Roberto Latino Rodríguez
