Si el intendente Montenegro pretendió instalar una polémica de magnitud, en su confrontación con los trabajadores municipales planteando la esencialidad en sus tareas, ha logrado largamente su propósito, en el cual no debe descartarse algún objetivo político para instalarse en la provincia de Buenos Aires.
Con el objeto de evitar jornadas de paro que afecten los servicios que presta la MGP, apeló a otra instancia, instalar la esencialidad en los trabajadores municipales que podría extenderse en toda la provincia. No se hizo esperar y FESIMUBO (Federación Sindical de Municipales Bonaerenses), colocó a toda la provincia con sus 135 municipios bajo el estado de alerta, para impedir que General Pueyrredon avance en su decisión, inédita hasta el momento.
Además el intendente marplatense ha decidido prolongar la medida, procediendo al descuento en los haberes de las eventuales días de los municipales para aplicarlo a obras de bacheo, como ya lo hizo marcando tendencia con el impuesto a la carga de combustibles.
Así estimula el ingreso de recursos de los cuales no dispone, en función de la implementación de nuevas reglas de juego de la economía, en su relación con la Provincia de Buenos Aires y el Estado Nacional.
En un durísimo comunicado el FESIMUBO que lleva como título “Del rídiculo y la arbitrariedad nunca se vuelve” se incurre sostiene “en cinismo épico pretendiendo declarar esencial todo el trabajo municipal pero en paralelo rechaza todo reconocimiento salarial”.
Y además rechaza “un cúmulo de arbitrariedades y el evidente plan de condena a la miseria e indignidad que pretende someter a los trabajadores y sus familias “
..
