Monseñor Antonio Marino, obispo de la diócesis de Mar del Plata, presidió la misa en acción de gracias por los 50 años de la Junta de Educacion en la Capilla del Instituto Stella Maris. Concelebraron la eucaristía el Presidente del Consejo de Educación Católica de la Provincia de Buenos Aires monseñor Carlos Malfa, el Presidente de la JuREC Pbro. Silvano De Sarro y gran cantidad de Sacerdotes vinculados a la educación.
En su homilía, el obispo invitó a reflexionar sobre la fiesta de María Reina indicando que “para la JUREC la ocasión es magnífica para entender que, lo mismo que María, el conjunto de nuestros establecimientos educativos debe ser portador de Cristo, de su Evangelio, de su alegría y de su misericordia”.
“Todo el esfuerzo de la JUREC, no puede ser otra cosa que un salir al encuentro y al servicio de los niños y los jóvenes, y también de las familias y de la sociedad, todos necesitados de luz para acertar en el arte de vivir bien. Lo decisivo para la escuela católica es la formación de la personalidad del niño y del joven, procurando unir la adquisición de los conocimientos con el sentido moral y la referencia a los criterios del Evangelio; la educación del corazón con el desarrollo del talento; la riqueza del saber con el uso responsable de la libertad” continuó diciendo Monseñor Marino.
El obispo local resaltó que “nuestros alumnos viven con frecuencia una intemperie afectiva a causa de la crisis familiar. Cierta ausencia de sentido de la vida se evidencia en la pubertad y adolescencia. Allí está la amenaza de la droga y del bullying. Una crisis económica endémica golpea y amenaza con intermitencia nuestras instituciones educativas que dependen del aporte estatal que por ley deberían recibir a tiempo”.
Tras la misa y en el marco de una cena, el padre Silvano De Sarro, agradeció a todos los alumnos, padres y docentes vinculados a la JuREC, y también a quienes asistieron a la celebración eucarística.
